Los Mártires de Córdoba es como se conoce a un grupo de cristianos
mozárabes condenados a muerte por su fe bajo los reinados de Abderramán II y
Mohamed I en el Emirato de Córdoba
Estos
martirios se conocen gracias a una única fuente, la hagiografía de Eulogio de
Córdoba el cual registró la ejecución de cuarenta y ocho cristianos que
desafiaron la ley islámica. En su mayoría hicieron declaraciones públicas de
rechazo del islam y proclamación de su cristianismo.
Las
ejecuciones están recogidas en una única fuente escrita por San Eulogio, que
fue uno de los dos últimos ejecutados en morir. En Oviedo se conservó un
manuscrito de su Documentum martyriale tres libros del Memoriale sanctorum y el
Liber apologeticus martyrum, que son los únicos escritos conservados de este
santo, cuyos restos fueron trasladados a la capital asturiana en 884.
Se
recogen 48 ejecuciones entre 850 y 859, de cristianos, 38 hombres y 10 mujeres.
Veintidós eran naturales de Córdoba capital, 4 de la provincia, 6 de la
diócesis de Sevilla, 3 de la de Granada y uno de los siguientes lugares:
Martos, Badajoz, Toledo, Alcalá de Henares, Portugal, Palestina y Siria, de uno
se debate el lugar de origen (Álava o Septimania) y no consta el origen de
cuatro de ellos.
Tres
tienen nombres griegos, posiblemente relacionados con la provincia de Spania,
el asentamiento que el Imperio bizantino había realizado en el sudeste
peninsular durante el reinado de Agila I.
Treinta
y cinco eran clérigos de distinto tipo, sobre todo monjes pero también diáconos
y sacerdotes, el resto eran seglares salvo de Salomón, del que se ignora su
condición. Todos salvo dos habitaban en Córdoba o en monasterios de la sierra
cercana a la ciudad como monjes o en zonas próximas como eremitas.
Cuatro
eran conversos que provenían de familias completamente musulmanas, cinco de
matrimonios mixtos y tres eran antiguos cristianos convertidos al islam que
habían vuelto al seno de la Iglesia. Todos salvo Sancho y Argimiro fueron
decapitados.
Su
fiesta se celebra el 14 de Junio.
Oración a los Santos
Mártires de Córdoba
Sagrados
Mártires de Cristo,
ilustres
héroes de su milicia,
ejemplares
de toda virtud,
baluarte
inexpugnable de la fe,
que
con valerosa constancia
expusisteis
vuestras vidas al rigor
de
los martirios más severos
tolerando
intensísimos tormentos
y
derramando vuestra sangre preciosa
hasta
dar la vida a los filos del cuchillo
por
el amor de Cristo:
haced,
gloriosos protectores míos,
que
imitando vuestras virtudes,
practique
yo la misma constancia
en
vencer mis tres enemigos,
que
con el mismo ímpetu que los tiranos
os
querían quitar no sólo la vida del cuerpo
sino
la del alma, con el mismo me invaden ésta;
para
que, conseguida su victoria,
pueda
con mayor mérito rendirme a vuestros pies,
y
solicitar de vuestra poderosa intercesión,
consiga
del Señor, que presentándole vuestros méritos,
me
conceda lo que por ellos le pido;
siendo
para honra suya, accidental gloria vuestra,
y
utilidad de mi alma;
y
si no me conviene su cumplimiento para mi salvación eterna,
trocad
mis ruegos, y pedid para mí a Dios
me
conceda aquello que yo más necesito
para
agradarle y gozarle en la feliz mansión de la bienaventuranza.
Amén.
Fuente: ACI