La pionera intervención quirúrgica tuvo lugar en el hospital Bambino Gesú
del Vaticano
El Papa
Francisco ha bautizado a las dos niñas gemelas siamesas centroafricanas, que nacieron unidas por la cabeza, después de que hubieran sido separadas
con éxito gracias a una compleja operación quirúrgica, realizada por el
hospital pediátrico del Vaticano.
El pontífice ha
querido de este modo apoyar los grandes sacrificios de la madre, Ermine, que ha
dejado su país natal, la República Centroafricana, para dar esperanza médica a
sus hijas en Roma, así como al equipo médico del Hospital Bambino
Gesú, que ha realizado una operación aplaudida por la comunidad científica
mundial.
La noticia del
Bautismo ha sido confirmada en Twitter por Antoinette Montaigne, política
centroafricana, antigua ministra de Comunicación de su país, comprometida hoy
en la Academia para la Paz, quien ha publicado una foto del
sacramento, en la capilla de la residencia Santa Marta, en la que el Papa
Francisco aparece con los ornamentos litúrgicos.
Mariella Enoc, presidenta del Hospital Niño Jesús,
conoció a las pequeñas en julio de 2018, cuando acababan de nacer, durante una
misión que realizó en Bangui, la capital de la República de Centroáfrica, para
dar seguimiento a las obras de ampliación de un centro pediátrico creado por
deseo del Papa Francisco.
Enoc no podía abandonar a las gemelas a su
suerte, pues científicamente
hubieran muerto antes de cumplir los diez años.
«Cuando se encuentran vidas que pueden
salvarse, hay que hacerlo. No podemos mirar para otro lado», declaró, Mariella
Enoc, en la rueda de prensa en la que se anunció el éxito de la operación de
separación, el 7 de julio pasado.
La mamá de las gemelas, en esa misma rueda
de prensa, declaró: «Ervina y Prefina han nacido dos veces. Si se hubieran
quedado en África, no sé cuál hubiera sido su destino. Ahora, que han sido
separadas, quisiera de todo corazón que las bautizara el Papa Francisco, que
siempre se ha preocupado por los niños de Bangui».
La complejidad de la separación de las
pequeñas gemelas exigió un año de preparación, utilizando las más avanzadas
tecnologías de simulación quirúrgica. Fueron necesarias tres operaciones sumamente delicadas.
La última, la separación definitiva, tuvo lugar el 5 de junio, operación que
duró 18 horas, con la participación de 30 personas, entre médicos y enfermeros.
Tras la operación, las niñas han seguido
siendo atendidas en el departamento de Neurocirugía del Hospital Niño Jesús,
donde tienen su habitación con dos camitas, acompañadas por la mamá.
Al anunciar el éxito de la operación, el
doctor Carlo Marras reconoció: «Era un objetivo ambicioso y hemos hecho todo lo
posible para alcanzarlo, con pasión, optimismo y alegría. Compartiendo cada
paso, estudiando todo mínimo detalle».
Jesús Colina
Fuente: Aleteia






