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| Ángelus 18 octubre 2020 (C) Vatican Media |
Ha dado gracias también por la
liberación del padre Pier Luigi Maccalli junto con otros tres rehenes.
Dirigió palabras de ánimo a los pescadores detenidos en Libia,
encomendándoles a María Estrella del Mar.
Saludando
a los peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro, especialmente a la
comunidad peruana, reunida con la venerada imagen del Señor de los Milagros.
También
saludó a los voluntarios del Ente Italiano Tutela de los Animales y Legalidad.
A
continuación, siguen las palabras del Papa, según la traducción oficial
ofrecida por la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
***
Palabras después del Ángelus
Queridos hermanos y hermanas,
hoy
celebramos la Jornada Mundial de las Misiones, que tiene como tema: “¡Aquí
estoy, mándame! (Is 6,8) Tejedores de fraternidad”. Es hermosa
esta palabra, “tejedores”. Todos los cristianos están llamados a ser tejedores
de fraternidad. Lo son, de modo especial, los misioneros y misioneras
-sacerdotes, consagrados y laicos- que siembran el Evangelio en el gran campo
del mundo. Recemos por ellos y démosles nuestro apoyo concreto.
En
este contexto, deseo dar gracias a Dios por la tan esperada liberación del
padre Pier Luigi Maccalli -lo saludamos con este aplauso-, que había sido secuestrado
hace dos años en el Níger. Nos alegramos también porque con él han sido
liberados otros tres rehenes. Sigamos rezando por los misioneros y los
catequistas, y también por cuantos son perseguidos o secuestrados en diversas
partes del mundo.
Deseo dirigir una palabra de ánimo y apoyo a los pescadores
detenidos desde hace más de un mes en Libia, y a sus familiares. Que
encomendándose a María, estrella del mar, mantengan viva la esperanza de poder
abrazar pronto a sus seres queridos.
Rezo también por los diversos
coloquios en curso a nivel internacional, para que sean significativos para el
futuro de Libia. Hermanos y hermanas, ha llegado la hora de detener cualquier
forma de hostilidad, favoreciendo un diálogo que lleve a la paz, a la
estabilidad y a la unidad del país. Oremos juntos por los pescadores y por
Libia, en silencio.
Os saludo a todos vosotros, romanos y
peregrinos de varios países. En especial, saludo y bendigo con afecto a la
comunidad peruana de Roma, reunida aquí con la venerada imagen del Señor de los
Milagros. Un aplauso para la comunidad peruana. Saludo también a los
voluntarios del Ente Italiano Tutela de los Animales y Legalidad.
Y os deseo a todos un buen domingo.
Por favor, no os olvidéis de rezar por mí. ¡Buen almuerzo y hasta pronto!
Raquel
Anillo
Fuente: Zenit






