Nadie puede negar los sacramentos a las personas con discapacidad
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| Foto referencial. Crédito: CNA - Caritas |
En declaraciones a CNA, agencia en inglés del grupo
ACI, Gail Williams, la directora de Cáritas de San José en Hendon, al norte de
Londres, Inglaterra, dijo que está convencida que el libro podría tener el
potencial de transformar miles de vidas gracias a que impulsa que las personas
con discapacidad reciban los sacramentos.
El primer libro es el Directorio catequético general,
publicado en 1971. El segundo, es el Directorio general para la catequesis,
publicado en 1997. La última versión desde el Concilio Vaticano II, actualiza
los métodos catequéticos para la era digital y podría tener un profundo impacto
en la enseñanza de la fe católica en todo el mundo.
Para Williams, “significa mucho” y es “simplemente
asombroso” que la nueva actualización incluya ese llamado, “porque entonces
tienes pruebas reales y un respaldo de que en realidad la Iglesia Católica
quiere acoger a todos y quiere abarcar a aquellos que generalmente se ignoran”.
Durante los últimos 40 años, Cáritas de San José,
antes llamado el Centro Pastoral de San José, viene apoyando a las personas con
discapacidad intelectual, sus familias y amigos en la Diócesis inglesa de
Westminster y hoy quiere compartir su experiencia a todo Londres, que incluye
el norte del río Támesis y algunas áreas periféricas.
Williams se empezó a interesar en la catequesis de
personas con discapacidad cuando su hijo mayor, que es disléxico, comenzó su
curso de Primera Comunión a la edad de siete años. Ella cree que las parroquias
tienen miedo de catequizar a las personas con discapacidades de aprendizaje,
por ello, se dedica a persuadir de que esta tarea puede ser “un viaje realmente
alegre”.
Cuando su hijo recibía catequesis de niño, “nadie
entendió cómo funcionaba. En esos días, todo era ‘sentarse y leer el libro’, y
era muy difícil para él”, dijo. Pero, luego se dio cuenta de que la fe de su
hijo crecía al escuchar las palabras dichas en la Misa, así como a través de
los sonidos y olores que percibía en la iglesia a la que asistían.
En 2006, Williams asistió a un curso llamado “Símbolos de la fe” en la Parroquia de San José
que le brindó un conocimiento más profundo sobre cómo enseñar la fe a este
grupo de personas y lo llevó a su parroquia. Cuando regresó, vio que había
familias que no llevaban a sus hijos a la iglesia, porque no podían hacer frente
a las multitudes o permanecer quietos durante las partes más tranquilas de la
misa.
“Regresar y descubrir que parte de mi familia
parroquial había desaparecido por todas estas razones fue una verdadera
revelación para mí. Fue entonces cuando realmente sentí muy firmemente que
todos deberían ser incluidos”, lamentó
“Cuando eres padre de un niño o un adulto con una
discapacidad de aprendizaje, y estás hablando por teléfono constantemente con
los médicos, luchando por ellos en la escuela, lo último que realmente
necesitas hacer es sentirte desconectado de tu fe”, agregó.
Williams dijo que cuando empieza a catequizar a un
niño, lo lleva a una iglesia vacía y lo ayuda a apreciar todos los elementos
sensoriales: los colores, los sonidos y los olores. Por ejemplo, podría
llevarlo al altar y explicarle por qué es mucho más que una mesa ordinaria. “No
se trata de palabras largas y complicadas. Se trata de mostrarles y apoyarles
para que hagan sus propios descubrimientos”, dijo.
La directora de Cáritas de San José invita a los
padres de niños discapacitados a sugerir las nuevas recomendaciones del
directorio a sus pastores. Si su parroquia no sabe por dónde empezar, les
aconseja que se pongan en contacto con Cáritas de San José u organizaciones
similares cercanas a sus casas.
“Podemos salir y capacitar a la gente, y podemos
compartir nuestro conocimiento, experiencia y recursos. Pero una vez que esté
capacitado, no tenga miedo de ser la voz de aquellas personas que se quedan al
margen de su parroquia”, dijo.
Para ella, su trabajo es profundamente gratificante,
pero puede ser emocionalmente agotador cada vez que visita a las familias de
los niños después de terminar su trabajo diario.
“A veces pasabas un minuto con el niño, porque
ya había tenido suficiente en la escuela ese día y simplemente no estaba
interesado. Pero, pasabas media hora con la madre, porque ella no había
visto a nadie en toda la semana o él había tenido un día difícil en la escuela
y necesitaba hablar con alguien”, dijo.
“En esos momentos piensas ‘Bueno, hoy no puedo
catequizar’. Pero, en realidad, estás apoyando a toda la familia. Y es tan
importante que incluso si parece imposible, en realidad no lo es. La bondad, la
paciencia y el tiempo son los mejores regalos”, agregó.
También, Williams dice que hay momentos donde los
avances y logros en los niños animan su corazón. Por ejemplo, una vez explicó
la transubstanciación a un niño que le respondió haciendo dos gestos en
lenguaje de señas, uno que significa “cambio” y el otro que significa
“creación”, que demuestran que comprende el significado de este importante
tema.
“Entonces sabes que en realidad ella está entendiendo
que eso es la Consagración, que el pan y el vino están cambiando y creando el
Cuerpo y la Sangre. Tienes momentos como ese, que aclaran absolutamente lo que
estás haciendo”, explicó.
Su principal objetivo es que los padres sepan que
gracias al directorio más reciente se les abre un nuevo camino. “Muchas veces
nos preguntamos ‘¿Realmente lo saben?’ Y sí, realmente lo saben. A veces tienes
que trabajar con alguien durante cuatro años, a veces durante un año. A veces
puedes apoyarlos directamente en el programa de Comunión”, dijo.
“No importa dónde se encuentre o quién sea. Dios
siempre puede estar presente en tu vida”, dijo”, dijo. “No tengas miedo. Es
posible para todos”, concluyó.
Traducido y adaptado por Cynthia Pérez.
Publicado originalmente en CNA.
Fuente: ACI Prensa






