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| El Papa Francisco en el rezo del Ángelus. Foto: Vatican Media |
En esta línea, el Papa expresó su
alegría por poder volver a rezar la oración mariana con las personas presentes
en la plaza, a pesar de que había una fuerte lluvia.
Al reflexionar en el pasaje del
Evangelio dominical en el cual San Marcos relata cuando Jesús curó a la suegra
de Pedro, el Santo Padre señaló los gestos “emblemáticos” de Jesús en esta
sanación física “la mujer se encontraba en la cama con fiebre… ‘Se acercó y,
tomándola de la mano, la levantó’. Hay mucha dulzura en este sencillo acto,
que parece casi natural: ‘la fiebre la dejó y ella se puso a servirles”,
subrayó.
Luego, el Pontífice destacó que
Jesús continuó a curar a enfermos y endemoniados y así mostró “su predilección
por las personas que sufren en el cuerpo y en el espíritu: es la predilección
del Padre, que Él encarna y manifiesta con obras y palabras”.
“Esto es importante, cuidar
de los enfermos de todo tipo no es para la Iglesia una “actividad opcional”,
algo accesorio, no, forma parte integrante de la misión de la Iglesia, como lo
era la de Jesús: llevar la ternura de Dios a la humanidad sufriente”, advirtió
el Papa.
Por ello, el Santo Padre destacó
Jesús no ha querido a sus discípulos solo como “espectadores de su misión”
sino que “los ha involucrado, les ha enviado, les ha dado también a ellos el
poder de sanar a los enfermos y de expulsar demonios. Y esto ha proseguido sin
interrupción en la vida de la Iglesia, hasta hoy”.
“La realidad que estamos viviendo
en todo el mundo a causa de la pandemia hace particularmente actual este
mensaje”, añadió el Papa quien recordó que el 11 de febrero se celebrará la
Jornada Mundial del Enfermo.
Finalmente, el Papa destacó que
el pasaje del Evangelio muestra también que el estilo de Dios es “la
cercanía, la ternura y la compasión” y describió que “esta compasión tiene
sus raíces en la íntima relación con el Padre” porque “Jesús se apartaba y
permanecía solo para rezar. De allí sacaba la fuerza para cumplir su
ministerio, predicando y sanando”.
“Que la Virgen Santa nos ayude
a dejarnos sanar por Jesús - siempre lo necesitamos, todos - para
poder ser a su vez testigos de la ternura sanadora de Dios”, invitó el
Pontífice.
Por Mercedes
de la Torre
Fuente: ACI Prensa






