La Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos publicó algunas recomendaciones dirigidas a los Obispos para las celebraciones de la Semana Santa 2021
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Imagen referencial. Foto: David Ramos / ACI Prensa |
Debido a la pandemia del COVID-19 todavía en curso, el
texto vaticano indica que el Obispo “como moderador de la vida litúrgica en su
Iglesia, está llamado a tomar decisiones prudentes para que las celebraciones
litúrgicas se desarrollen con fruto para el Pueblo de Dios y para el bien de las
almas que le han sido confiadas, teniendo en cuenta la protección de la salud
y cuanto ha sido prescrito por las autoridades responsables del bien común”.
Además, el comunicado recuerda que “en muchos países
siguen vigentes estrictas condiciones de confinamiento que imposibilitan la
presencia de los fieles en la iglesia, mientras que en otros se está retomando
una vida cultual más normal”.
Redes sociales
Sobre el uso de los medios de comunicación social, la
Congregación reconoció que “ha ayudado mucho a los pastores a ofrecer apoyo y
cercanía a sus comunidades durante la pandemia” pero que “junto a los
resultados positivos, también se han observado aspectos problemáticos”.
En esta línea, el Dicasterio vaticano sugiere
“facilitar y privilegiar la difusión mediática” de las celebraciones de la
Semana Santa “presididas por el Obispo, animando a los fieles que, no pueden
asistir a su propia iglesia, a seguir las celebraciones diocesanas como signo
de unidad”.
Además, “en todas las celebraciones, de acuerdo con la
Conferencia Episcopal, se debe prestar atención a algunos momentos y gestos
particulares, respetando las exigencias sanitarias”.
La Misa Crismal “si es necesario, puede trasladarse a
otro día más adecuado” porque “conviene que participe una representación
significativa de pastores, ministros y fieles”.
Para las celebraciones del Domingo de Ramos, del
Jueves Santo, del Viernes Santo y de la Vigilia Pascual, se aplican las mismas
indicaciones del pasado año.
En concreto, para el Jueves Santo “se
omita el lavatorio de los pies, que ya es facultativo. Al final de la Misa en
la Cena del Señor, se omita también la procesión y el Santísimo Sacramento se
reserve en el sagrario. En este día, se concede excepcionalmente a los
presbíteros la facultad de celebrar la Misa, sin la presencia del pueblo, en
lugar adecuado”.
En los oficios del Viernes Santo, los
Obispos se encargarán de preparar en la oración universal “una especial
intención por los que se encuentran en situación de peligro, los enfermos, los
difuntos” y se pide que “la adoración de la Cruz con el beso se limite solo al
celebrante”.
Luego, en la Vigilia Pascual del
Sábado Santo se sugiere que “se celebre solo en las iglesias catedrales y
parroquiales” y que para la liturgia bautismal “se mantenga solo la renovación
de las promesas bautismales”.
Además, el texto anima a “preparar subsidios
adecuados para la oración en familia y personal, potenciando también algunas
partes de la Liturgia de las Horas”.
“La Congregación agradece sinceramente a los Obispos
y a las Conferencias Episcopales por haber respondido pastoralmente a una
situación en constante cambio a lo largo del año. Somos conscientes de que
las decisiones adoptadas no siempre han sido fáciles de aceptar por parte de
pastores y fieles laicos. Sin embargo, sabemos que se han tomado para
garantizar que los santos misterios se celebraran de la manera más eficaz
posible para nuestras comunidades, respetando el bien común y la salud
pública”, concluye la nota vaticana.
Fuente: ACI Prensa