3 – Abril. Vigilia Pascual
Transcurrido el sábado, María Magdalena, María (la madre de
Santiago) y Salomé, compraron perfumes para ir a embalsamar a Jesús. Muy de
madrugada, el primer día de la semana, a la salida del sol, se dirigieron al
sepulcro. Por el camino se decían unas a otras: “¿Quién nos quitará la piedra
de la entrada del sepulcro?” Al llegar, vieron que la piedra ya estaba quitada,
a pesar de ser muy grande.
Entraron en el sepulcro y vieron a un joven, vestido con una
túnica blanca, sentado en el lado derecho, y se llenaron de miedo. Pero él les
dijo: “No se espanten. Buscan a Jesús de Nazaret, el que fue crucificado. No
está aquí; ha resucitado. Miren el sitio donde lo habían puesto. Ahora vayan a
decirles a sus discípulos y a Pedro: ‘Él irá delante de ustedes a Galilea. Allá
lo verán, como él les dijo’”.
PALABRAS DEL SANTO PADRE
El sepulcro es el lugar donde quien entra no sale. Pero
Jesús salió por nosotros, resucitó por nosotros, para llevar vida donde había
muerte, para comenzar una nueva historia que había sido clausurada, tapándola
con una piedra. Él, que quitó la roca de la entrada de la tumba, puede remover
las piedras que sellan el corazón. (...) Su luz iluminó la oscuridad del
sepulcro, y hoy quiere llegar a los rincones más oscuros de la vida. Hermana,
hermano, aunque en el corazón hayas sepultado la esperanza, no te rindas: Dios
es más grande. La oscuridad y la muerte no tienen la última palabra. Ánimo, con
Dios nada está perdido. VIGILIA PASCUAL EN LA NOCHE SANTA Sábado Santo, 11
de abril de 2020
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