Los instrumentos musicales marcan la Biblia con sus notas en muchos pasajes
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| Alexander Sviridov |
La primera referencia bíblica a los instrumentos musicales se
encuentra en el capítulo 4 del Génesis cuando el texto del Antiguo Testamento
menciona al quinto descendiente de Enoc, hijo de Caín: «Su hermano se llamaba
Iubal; fue el padre de todos los que tocan la cítara y la flauta». La cítara y
la flauta surgen así de la más antigua y antigua cultura hebrea.
Vayamos a la cítara. Algunos investigadores cuestionan la
traducción de la palabra hebrea kinnor por cítara y optan por la lira
y, a veces, incluso por el arpa. Este debate sigue siendo imposible de resolver
por falta de fuentes literarias y arqueológicas más precisas. Pero está claro
que este maravilloso instrumento de cuerda llega muy temprano para acompañar
las alabanzas diarios y las celebraciones judías.
Un detalle del estandarte real encontrado en el cementerio de
Our, que data del 2650 a.C, muestra en particular a un músico sosteniendo el
instrumento, que debe haber sido lo suficientemente liviano para tocarlo
mientras camina.
David, el tocador de cítara más famoso
El primer libro de Samuel nos da, por su parte, una indicación
más precisa, y por lo mismo preciosa, de lo que podría ser el uso de este
instrumento durante las fiestas religiosas:
«Después llegarás a Guibeá de Dios, donde está la guarnición filistea. Apenas entres en la ciudad, tropezarás con un grupo de profetas que bajan del lugar alto, precedidos de arpas, tamborines, flautas y cítaras, en estado de trance profético» (1 Sam 10, 5)
Las Sagradas Escrituras enfatizan que estos profetas tocaron
su instrumento hasta llegar al trance, umbral que modifica el nivel de
conciencia, favorable al encuentro divino. ¿Tendría la cítara algunos poderes
en este sentido?
La Biblia sí señala que la cítara le permitió al joven David
calmar los dolores del rey Saúl:
El espíritu del Señor se había retirado de Saúl, y lo
atormentaba un mal espíritu, enviado por el Señor. Sus servidores le
dijeron: “Un mal espíritu de Dios no deja de atormentarte. Basta que nuestro
señor lo diga, y los servidores que te asisten buscarán un hombre que sepa
tocar la cítara. Así, cuando te asalte el mal espíritu de Dios, él tocará la
cítara, y tú te sentirás aliviado”. (1 Sam 16, 14-16)
Por el poder benéfico de la cítara, el espíritu maligno que
tocó al rey puede ser así ahuyentado por los sonidos y melodías del
instrumento, al que David aplicará fácilmente: «Así, cuando el Espíritu de Dios
descendió sobre Saúl, David coge la cítara y tócala. Entonces Saúl se calmó y
se sintió bien: el espíritu maligno se apartó de él».
Es nuevamente David y su instrumento, la cítara, lo que la
Biblia evocará durante el regreso triunfal del Arca de la Alianza:
«Mientras tanto, David y toda la casa de Israel hacían grandes
festejos en honor del Señor, cantando al son de cítaras, arpas, tamboriles,
címbalos y platillos». (2 Sam 6, 5)
El primer instrumento bíblico mencionado, la cítara y los
dulces sonidos que permitía, podía sanar, acercar a Dios y así celebrar su
gloria.
Un
instrumento hecho con las maderas más preciosas
Por estas razones, el Libro de los Reyes indica que la cítara
tenía que ser de madera preciosa e incluso especifica de qué raras especies
podrían estar hechas estas últimas:
«Con la madera de sándalo, el rey hizo unas balaustradas para
la Casa del Señor y para la casa del rey, y también cítaras y arpas para los
músicos. Nunca más se recibió una madera de sándalo como aquella, ni se la vio
más hasta el día de hoy». (1 Reyes 10, 12)
Ten en cuenta que, aparte de estos casos mencionados por la
Biblia, parece que es la madera de ciprés la que se usaba más comúnmente para
la fabricación de cítaras.
Lamentablemente, de este maravilloso instrumento que fue la
cítara, el primer instrumento bíblico mencionado, con poderes benéficos y
maderas preciosas, no nos ha llegado ningún rastro material, salvo el de su
memoria…
Philippe-Emmanuel
Krautter
Fuente: Aleteia






