Solemne celebración de san Isidro en la diócesis de Madrid, presidida por el arzobispo de Madrid, el cardenal Osoro
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| Foto: Luís Millán |
«¿Por
qué el pueblo de Madrid se entusiasmó con san Isidro? ¿Por qué ha definido la
vida, la historia y las tradiciones de Madrid este santo?», ha
planteado el arzobispo, cardenal Carlos Osoro, en las solemnes Eucaristías
en honor al patrono de Madrid celebradas este sábado, 15 de mayo, en la
colegiata. «Fue el amor al otro lo que hizo de san Isidro un santo del pueblo.
El amor mueve a buscar lo mejor para la vida del otro, no excluye a nadie,
construye una fraternidad abierta a todos», ha aseverado.
Después de pedir por las personas
más golpeadas por la pandemia, el purpurado ha lamentado que «nos hemos
dedicado a servir a una cultura del propio bienestar, pero nos hemos olvidado
los unos de los otros y de Dios», y ha animado a no poner la confianza en
«dioses de barro».
«Al
retirar u ocultar a Dios se nos olvida construir la cultura del encuentro. La
pandemia nos ha hecho ver la urgencia del cuidado que tan bellamente nos
recuerda Jesucristo cuando resume los mandamientos en “amar a Dios sobre todas
las cosas y al prójimo como a uno mismo”», ha subrayado.
En un templo engalanado para la
ocasión, ha invitado a que, «como san
Isidro, dejéis entrar a Jesucristo en vuestra vida» y, tras ese encuentro
que nace de la oración, llevar «la novedad de Dios» a los demás. «La fe es
vivir el amor de Dios que ha cambiado mi vida –ha incidido–. No es
adoctrinamiento ni es activismo; es realizar la obra de Dios y al modo de Dios.
Es llevar luz a la oscuridad de la vida».
En una «sociedad desesperada» que
«pone sus esperanzas en pequeñas cosas sin importancia y ante las grandes como
el hambre o la guerra se resigna», ha propuesto el ejemplo del patrono de
Madrid y su esposa, santa María la Cabeza, que nunca dijeron «no puedo más»
porque pusieron su esperanza en Jesucristo.
«Él fue su esperanza. Un Dios que
se hizo carne, que se ha hecho uno de nosotros y nos acompaña, nos llama y nos
ama, nos ha dado la vida; nos hace mirar al prójimo y provoca el hacer el bien,
eliminando desesperanzas, envidias, celos, vicios…», ha abundado.
En esta línea, el cardenal Osoro
ha insistido en la necesidad de llevar ese amor de Dios a los demás y «dar el
abrazo de Dios nuestro Padre a todos y a cada uno de los hombres y mujeres que
encontremos en nuestra vida, sabiendo que ocupan un lugar especial y singular
en el corazón de Dios los que sufren».
Congregación de San Isidro
En la segunda celebración,
organizada por la Congregación de San Isidro de Naturales de Madrid y animada
por el grupo Alborada, han concelebrado los obispos auxiliares, monseñor José
Cobo, monseñor Juan Antonio Martínez Camino, SJ, monseñor Santos Montoya y
monseñor Jesús Vidal, y han estado presentes la presidenta de la Comunidad de
Madrid, Isabel Díaz Ayuso; el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y
la vicealcaldesa, Begoña Villacís, así como representantes militares y de las
distintas formaciones políticas.
Después, dado que por la pandemia
no ha podido celebrarse la tradicional Misa de campaña en la pradera, el
arzobispo se ha acercado a la ermita del Santo a rezar en nombre de todos los
madrileños, y ha bendecido el agua. El resto de celebraciones pueden consultarse en la web del
Arzobispado.
Rodrigo Pinedo
Fuente: Alfa y Omega






