El próximo domingo 23 de mayo, solemnidad de Pentecostés, se celebra en España el Día de la Acción Católica y Apostolado Seglar, este año bajo el lema, «Los sueños se construyen juntos»
"Los
sueños se construyen juntos": este es el título del mensaje que la
Conferencia Episcopal Española (CEC) ha emitido de cara a la Jornada de Acción
Católica y Apostolado Seglar que se celebrará el domingo 23 de mayo, solemnidad
de Pentecostés.
En el documento, se señala que el título elegido para el evento recuerda un pasaje de la Encíclica "Fratelli tutti" del Papa Francisco, en la que el Pontífice afirma: "¡Qué importante es soñar juntos! Solos nos arriesgamos a tener espejismos, por lo que se ve lo que no hay; los sueños se construyen juntos" (nº 8).
Una
exhortación más pertinente que nunca en el contexto de la pandemia de Covid-19,
destaca la CEE, para que, en una perspectiva de "discernimiento y
sinodalidad", seamos cada vez más conscientes de que "los sueños no
son nuestros, sino de Dios para nosotros, para la Iglesia que peregrina en
España y que quiere lograr un renovado Pentecostés". Se trata, pues, de
sueños "ad intra" de la Iglesia y "ad extra", hacia la
realidad del mundo actual.
"Dios nos habla en la
historia -continúan los obispos- Por ello, tenemos el reto de descubrir su voz
en el grito de cada ser humano que encontramos en nuestro camino, aprendiendo a
escuchar para sanar las heridas y liberar a las personas, generando espacios de
escucha". De ahí la exhortación de los prelados ibéricos a la
"sinodalidad", que es "un gran sueño de Dios para su
Iglesia": de hecho, "debe llevarnos a descubrir que somos un solo
pueblo de Dios y que todos somos necesarios para llevar a cabo la tarea
evangelizadora". Por el sacramento del bautismo, "todos debemos
sentirnos llamados y enviados, discípulos y misioneros". En una Iglesia
sinodal, continúa el mensaje, los laicos no son "actores secundarios, sino
protagonistas, junto con los pastores y los religiosos, de la misión de anunciar
el Evangelio".
Pero los obispos advierten:
"Para hacer realidad este sueño, es imprescindible evitar caer en la
tentación del clericalismo, como si los laicos fueran cristianos de segunda
categoría, para implicarse sólo en las tareas intraeclesiales y en la organización
del trabajo pastoral". Por el contrario, la sinodalidad debe conducir a
una "comunión" viva entre Movimientos y Asociaciones, en relación con
las diócesis y las parroquias, gracias al "alimento diario de la
Eucaristía". El sueño de una Iglesia sinodal, por tanto -reitera el
mensaje episcopal- se traduce en "una Iglesia en salida, fraterna, que
acompaña, tiende puentes de diálogo, va al encuentro de los que piensan
diferente" y combate "la cultura del descarte".
La sociedad española actual,
continúa el documento, está herida por "problemas sanitarios, económicos,
laborales y sociales" y por ello espera que la Iglesia sea "compañera
de camino en medio de tantas encrucijadas e incertidumbres", siguiendo el
ejemplo del Buen Samaritano que "ante el sufrimiento, nos desafía a dejar
de lado toda indiferencia para hacernos cercanos a todos",
"encarnando el mensaje evangélico de amor y misericordia y promoviendo la
caridad política". No es casualidad, subraya la CEE, que el compromiso en
la vida pública "sea propio y peculiar de los laicos", que
contribuyen a que la Iglesia "salga de sus sacristías para acompañar la
vida, sostener la esperanza, ser signo de unidad, construir puentes, derribar
muros, sembrar reconciliación".
"Los sueños no son una
realidad acabada, sino un proceso en construcción -dice la CEE- La Jornada del
23 de mayo puede servir, por tanto, de estímulo para seguir soñando con
esperanza en este proceso de impulso y promoción del laicado en España".
Por último, los obispos agradecen "el testimonio silencioso y la
abnegación de tantos laicos que cada día se esfuerzan por vivir su vocación
laical en la Iglesia y en el mundo, desde el discernimiento y la
sinodalidad".
Isabella Piro - Ciudad del Vaticano
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