Se acerca el día de la fiesta al Sagrado Corazón de Jesús en todo el mundo y muchos fieles se preguntan cómo y dónde se originó esta tradición.

Sagrado Corazón de Jesús / Crédito: Wikimedia Commons
Historia de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús

La devoción al corazón herido de Jesús tiene sus orígenes en el
siglo XI, cuando los cristianos piadosos meditaban sobre sus cinco llagas.
En aquel tiempo creció entre los fieles las oraciones al Sagrado
Corazón, a la llaga del hombro de Jesús, entre otras devociones privadas. Todas
ayudaron a los cristianos a enfocarse en su Pasión y Muerte, de tal manera que
lograran crecer en el amor hacia Él.
Sin embargo, no fue hasta 1670 que el sacerdote francés P. Jean
Eudes celebró la primera fiesta del Sagrado Corazón de Jesús.
Casi al mismo tiempo, una religiosa conocida por su piedad, Sor
Margarita María Alacoque, empezó a informar que tenía visiones de Jesús. Éste
se le aparecía con frecuencia y, en diciembre de 1673, le permitió –como había
permitido una vez a Santa Gertrudis– descansar su cabeza sobre su corazón.
Al año siguiente, en junio o julio de 1674, Margarita María
informó que Jesús quería ser honrado bajo la figura de su corazón de carne.
Pidió a los fieles que lo recibieran con frecuencia en la Eucaristía,
especialmente el primer viernes de cada mes, y que practicaran una hora santa
devocional.
En 1675, durante la octava al Corpus Christi, Margarita María tuvo
una visión que posteriormente se conoció como la “gran aparición”.
En ella, Jesús pidió que la fiesta del Sagrado Corazón sea celebrada cada año el viernes
siguiente a Corpus Christi, en reparación por la ingratitud de
los hombres hacia su sacrificio redentor en la cruz.
La devoción se hizo popular después de la muerte de
Santa Margarita María en 1690. Sin embargo, debido a que la Iglesia siempre es
cuidadosa en aprobar una aparición o devoción privada, la fiesta no se
estableció como oficial en toda Francia hasta 1765.
El 8 de mayo de 1873 la devoción al Sagrado Corazón
fue formalmente aprobada por el Papa Pío IX, y 26 años después, el 21 de julio
de 1899, el papa León XIII recomendó urgentemente que todos los obispos
del mundo observaran la fiesta en sus diócesis.
El Papa León aprobó las siguientes indulgencias por la
devoción:
• Por realizar la devoción pública o privada, siete
años y siete cuarentenas (la remisión de castigo temporal equivalente a lo que
se concedería por cuarenta días de penitencia) cada día.
• Si la devoción se práctica diariamente en privado, o
si una persona asiste por lo menos diez veces en una función pública, una
indulgencia plenaria (remisión de todo castigo temporal por pecados) en
cualquier día de junio o entre el 1 y el 8 de julio (según el Decreto urbis et
Orbis, 30 de mayo de 1992).
• La indulgencia 'toties quoties' (para las almas del
Purgatorio) se puede ganar el 30 de junio o el último domingo de junio en
aquellas iglesias donde el mes de junio se celebra solemnemente. Pío X instó a
un sermón diario, o al menos durante ocho días en forma de una misión.
• A los sacerdotes que prediquen los sermones en las
celebraciones solemnes de junio en honor del Sagrado Corazón, y a los rectores
de las iglesias donde se celebran estas ceremonias, el privilegio del Altar
Gregoriano el 30 de junio.
• Una indulgencia plenaria para cada comunión en
junio, y para aquellos que promueven la solemne celebración del mes de junio.
Traducido y adaptado por ACI Prensa. Publicado
originalmente en National Catholic Register.
Fuente: ACI Prensa





