Lo más sorprende que puedas oír: en 1322 la Virgen se aparece al papa Juan XXII y le deja esta promesa maternal
![]() |
Andreza Suang | Shutterstock |
II Macabeos 12, 46
Me gusta mucho ir a misa con mi
esposa Vida por las mañanas. Hay una iglesia cercana a mi casa y podemos
llegar temprano.
Suelo escuchar con atención las
homilías del padre Antonio porque siempre dice cosas interesantes que
desconozco y son de provecho para crecer en la fe.
Hoy nos habló sobre la historia
del Carmelo y la Virgen del Carmen. Lo escuchaba con atención y de repente dijo
algo en lo que me detuve a reflexionar.
El Escapulario
En 1251 la Virgen se apareció a
san Simón Stock con un escapulario en la mano y le dijo:
«Toma, hijo querido, este
escapulario; será como la divisa de mi confraternidad, y para ti y todos los carmelitas,
un signo especial de gracia; quienquieraquemuera portándolo, no sufrirá el
fuego eterno.”
De pronto el padre dijo lo más
sorprende que puedas oír y que me dejó de una pieza con una gran felicidad. En
1322 la Virgen se aparece al papa Juan XXII y le deja esta promesa maternal:
«Yo, Madre de Misericordia,
libraré del Purgatorio y llevaré al cielo, el sábado después de su muerte, a
cuantos hubiesen vestido mi Escapulario».
Entonces pensé en el Purgatorio y
lo poco que he hecho por esas almas que se están purificando.
¿Qué enseña el Catecismo?
El Purgatorio existe, es real.
Para conocer las enseñanzas de nuestra fe sobre el Purgatorio te
recomiendo leer el Catecismo
de la Iglesia Católica.
1030 Los que mueren en la
gracia y en la amistad de Dios, pero imperfectamente purificados, aunque están
seguros de su eterna salvación, sufren después de su muerte una purificación, a
fin de obtener la santidad necesaria para entrar en la alegría del cielo.
1031 La Iglesia llama Purgatorio a
esta purificación final de los elegidos que es completamente distinta del
castigo de los condenados.
Cómo socorrer a esas almas
He pensado mucho en ello y
en nuestra obligación como católicos de socorrer y ayudar a esas almas. Es
un acto de misericordia que agrada mucho a Dios.
Hoy vengo a pedirte por ellas.
Podemos enseñar a los que no
saben del Purgatorio y a la vez ofrecer nuestros sacrificios, misas y oraciones
por esas almas que sufren una purificación.
Puedes ganar una indulgencia
plenaria al día, con las condiciones usuales de confesión, comunión y rezar por
las intenciones del Papa. Y es muy fácil, la consigues rezando el rosario
delante del sagrario. Luego ofreces esa indulgencia por un alma del Purgatorio.
Es posible socorrer a las
benditas almas del Purgatorio de muchas formas, para que sean liberadas y
marchen al Paraíso.
Nuestras hermanas, las benditas
almas del Purgatorio están clamando: NO NOS ABANDONEN.
¿Te animas a socorrer a las almas
del Purgatorio? No las abandones.
¡Dios te bendiga!
Claudio de Castro
Fuente: Aleteia