“Nuestra vida no está exenta de riesgos y la vida no se detiene, haya o no riesgos. Tenemos que seguir adelante”, afirmó Rami a la fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN)
Aciprensa |
Rami y Rita huyeron de Karamlesh
(Irak) en 2014 ante la llegada de los yihadistas. Ahora, 7 años después fueron
los primeros en celebrar su matrimonio en el centro Caldeo San José. Los
yihadistas escribieron en la iglesia: “‘No habrá más cristianismo en Irak”.
Pero Rami aseguró: “No lo consiguieron. Gracias a Dios, los católicos iraquíes
hemos vuelto”.
El 6 de agosto de 2014 el Estado
Islámico arrasó la Llanura de Nínive y miles de familias tuvieron que huir a
Erbil, la capital del Kurdistán, en el norte de Irak. Esa fecha cambió la vida
de muchos jóvenes cristianos iraquíes, como Rita y Rami.
En Karamlesh (Irak), un pueblo
cristiano de gran importancia para los católicos caldeos por haber sido
residencia en el pasado de tres patriarcas caldeos, “antes de Daesh” contaba
con unos cuatro mil habitantes, casi todos huyeron antes de que llegaran los
yihadistas.
Según destacan desde la Fundación
Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) entre los miles de cristianos
que huyeron de Karamlesh a Erbil estaban Rami y Rita. Dos jóvenes que en aquel
entonces apenas se conocían. Rami tenía 22 años y fue acogido en uno de los
muchos campamentos que la Iglesia adecuó para las familias desplazadas.
Rita, que tenía tan solo 16 años,
y su familia encontraron cobijo en una casa de alquiler. Un día, Rita visitó el
campamento donde vivía Rami y se encontró con el joven. En estas difíciles
condiciones se hicieron amigos.
El 24 de octubre de 2016,
Karamlesh fue liberada por el ejército iraquí. La ciudad estaba totalmente
destruida.
Rami volvió junto con su familia.
Pronto las cruces fueron devueltas a las cúpulas de algunas de las principales
iglesias. Se reconstruyeron las carreteras, las escuelas y las iglesias.
Al poco tiempo, también regresó
Rita. Poco a poco, la vida volvió al pueblo.
Pero Rami y Rita decidieron dar
un paso más. Con valentía han logrado lo que parecía imposible hace siete años:
quedarse en Irak y formar una nueva familia.
“Nuestra vida no está exenta de
riesgos y la vida no se detiene, haya o no riesgos. Tenemos que seguir
adelante”, afirmó Rami a la fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN).
Ellos fueron la primera pareja
que celebró su matrimonio en el Centro Caldeo de San José.
Antes de la llegada de los
yihadistas, este centro se utilizaba para múltiples actividades: bodas,
velatorios, conferencias, exposiciones, actividades juveniles y mucho
más.
Daesh dejó el edificio
prácticamente inutilizable. Pero gracias a la ayuda de los benefactores de ACN
se pudo reconstruir el centro y Rami y Rita pudieron inaugurarlo con la
celebración de su matrimonio en su tierra natal.
Siete años después de que el
miedo y la muerte tomara Karamlesh, nueva vida y esperanza están echando
raíces.
Los yihadistas “en la pared de la
iglesia escribieron: ‘No habrá más cristianismo en Irak’. Pero no lo
consiguieron. Gracias a Dios, los católicos iraquíes hemos vuelto".
Por Blanca Ruíz
Fuente: ACI Prensa