La víctima era el padre Olivier Maire, superior provincial de la Congregación de los Misioneros Montfortianos, con sede en Saint-Laurent-sur-Sèvre (Vendée). El hombre que confesó el asesinato había sido acusado por el incendio de la catedral de Nantes el año pasado
![]() |
| Autoridades investigan muerte del sacerdote Olivier Maire (AFP or licensors) |
El padre Olivier Maire, superior
provincial de la Congregación de los Montfortianos, fue asesinado en la Vendée,
en Saint-Laurent-Sur-Sevre. Su cuerpo fue encontrado por la policía tras la
denuncia de un hombre que se presentó a la gendarmería confesando el asesinato
del sacerdote.
De 40 años, nacido en Ruanda,
Emmanuel Abayisenga es el principal sospechoso del incendio provocado en la
catedral de Nantes en julio de 2020. Acusado del crimen, había sido puesto en
libertad bajo supervisión judicial a principios de junio y había encontrado
refugio en una comunidad religiosa -a la que pertenecía el sacerdote asesinado-
mientras esperaba su juicio, previsto para 2022. Como ya había dicho su abogado,
el hombre era "física y psicológicamente frágil". Los investigadores
han descartado un móvil terrorista, pero han abierto una investigación por
homicidio voluntario.
El dolor de la Iglesia de Francia
El presidente de los obispos
franceses, monseñor Éric de Moulins-Beaufort, ha tuiteado su dolor personal y
la cercanía de la Iglesia de Francia a la familia del sacerdote y a su
congregación. Vivió -escribió- siguiendo a Cristo hasta el final, en la acogida
incondicional de todos. Rezo por su familia, sus hermanos y por todas las
personas traumatizadas por esta tragedia, incluido su asesino. El padre Santino
Brembilla, superior general de los monfortianos, habló del padre Olivier Maire
como "un religioso, un sacerdote y un misionero de gran valor, un especialista
en la espiritualidad monfortiana que acompañó a toda su comunidad en la
comprensión profunda del mensaje de su fundador, Louis-Marie Grignion de
Montfort".
Las palabras del presidente
Macron y del gobierno
El presidente Emmanuel Macron y
el primer ministro Jean Castex también expresaron su solidaridad con todos los
católicos de Francia y con la Congregación de Montfort, y dijeron estar
profundamente conmocionados por lo ocurrido. "Llevaba la generosidad y el
amor al prójimo hasta en sus rasgos faciales", tuiteó el presidente,
añadiendo que "proteger a los que creen es una prioridad".
"Queremos que se aclare este acto odioso: desquitarse con un sacerdote,
con un hombre de la Iglesia, es desquitarse con el alma de Francia". Así
lo ha manifestado el ministro del Interior, Gérald Darmanin, en una rueda de
prensa celebrada esta tarde al término de su encuentro con los miembros de la
congregación de Montfort. Gérald Darmanin rechazó entonces cualquier polémica
con la líder de la extrema derecha, Marine Le Pen, que afirmó que el sospechoso
ruandés no había sido expulsado tras el incendio de Nantes. El Ministro del
Interior dijo que el ruandés no podía ser deportado porque estaba bajo
supervisión a la espera de una decisión judicial.
Sacerdotes y víctimas religiosas
en Francia
En Francia se han producido varias tragedias en las que han sido víctimas sacerdotes y religiosos, lo que ha despertado fuertes emociones. Del asesinato del padre Jacques Hamel el 26 de julio de 2016, el primero que se produce durante la celebración de la Eucaristía desde la Revolución Francesa. Más atrás en el tiempo, recordamos al padre Jean-Luc Cabes, de la diócesis de Tarbes y Lourdes, asesinado en Tarbes durante la noche del 10 al 11 de mayo de 1991. La diócesis de Tulle recuerda también al padre Louis Jousseaume, párroco de Égletons, en Corrèze, asesinado en su presbiterio el 26 de octubre de 2009. El 16 de agosto de 2005, los peregrinos que rezaban para las vísperas se vieron sacudidos por el asesinato del fundador de la comunidad de Taizé, el hermano Roger Schutz, en la iglesia de la Reconciliación, dentro de la comunidad ecuménica.
Gabriella Ceraso y Michele Raviart - Ciudad del Vaticano
Vatican News






