11.9.21

EVANGELIO DEL DÍA

11 – Septiembre. Sábado de la XXIII semana del Tiempo Ordinario

Misioneros digitales católicos MDC

Evangelio según san Lucas 6, 43-49

Pues no hay árbol bueno que dé fruto malo, ni árbol malo que dé fruto bueno; por ello, cada árbol se conoce por su fruto; porque no se recogen higos de las zarzas, ni se vendimian racimos de los espinos. El hombre bueno, de la bondad que atesora en su corazón saca el bien, y el que es malo, de la maldad saca el mal; porque de lo que rebosa el corazón habla la boca. ¿Por qué me llamáis “Señor, Señor”, y no hacéis lo que digo?

Todo el que viene a mí, escucha mis palabras y las pone en práctica, os voy a decir a quién se parece: se parece a uno que edificó una casa: cavó, ahondó y puso los cimientos sobre roca; vino una crecida, arremetió el río contra aquella casa, y no pudo derribarla, porque estaba sólidamente construida. El que escucha y no pone en práctica se parece a uno que edificó una casa sobre tierra, sin cimiento; arremetió contra ella el río, y enseguida se derrumbó desplomándose, y fue grande la ruina de aquella casa».

Comentario

El capítulo 6 del evangelio de Lucas, denso y sencillo a la vez, que marca el camino a todos los seguidores de Cristo, acaba con este conjunto de enseñanzas.

Qué hermosas suenan las palabras de Jesús: “el hombre bueno del buen tesoro de su corazón saca lo bueno” Y eso a pesar de que en la vida no faltan sufrimientos, dudas o catástrofes como la inundación que arrasa con campos y viviendas. Pero el hombre bueno, el que tiene en su corazón las palabras y la vida del Señor es capaz de salir victorioso de todo trance, porque la Palabra del Señor es gracia que fortalece e ilumina. Y también en medio de la dificultad o el sufrimiento, la fe permanece, crece y da fruto copioso: saca lo bueno de su corazón.

¡Cuánto nos ayuda cavar muy hondo en nuestro corazón, para que entren hasta el fondo las enseñanzas de Cristo! Meditarlas en la oración una y otra vez, aprenderlas, conocer su significado, pedir al Espíritu Santo que nos las recuerde y a María, la que ha hecho de su vida un “hágase en mi según tu Palabra”, que nos ayude a tomar y retomar la decisión más trascendente de nuestra vida: desear cumplir siempre y en todo la voluntad de Dios.

Antonio Martí 

Fuente: Opus Dei


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