No se parece a nada de lo que esperabas, pero es profundamente significativo
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El verano pasado, dos dominicas francesas,
la hermana Antoine y la hermana Xavier, trabajaron con dos parejas para
planificar un retiro de renovación matrimonial para familias jóvenes. En el
corazón del programa que crearon está lo que ellos llaman la «bomba de amor».
Este nombre creativo no describe una cena
romántica ni nada por el estilo. Se trata de un gesto profundamente
significativo: el “mandato”, o mandamiento nuevo, que se dan entre sí.
Funciona así: los cónyuges se
lavan las manos, luego cada uno pone las manos sobre la cabeza del otro y lo
bendice.
Entonces, como pareja, este gesto es una
petición para que el Señor venga y bendiga a nuestro cónyuge, que está presente
en el corazón de nuestra vida por la gracia del sacramento del matrimonio.
Este
gesto es también de respeto, una forma de decir: «Te
amo».
Finalmente, también es un gesto de servicio mutuo: “Te amo y
quiero servirte, hacer cada día más bella tu vida, olvidando mis preocupaciones
y poniéndome a tu servicio”.
Lo que
significó para los matrimonios
“A través de este gesto real de intimidad, pudimos poner la noción
de retribuir en
el centro de nuestra relación”, dijo una pareja.
«Nos recordó la importancia de apoyarnos unos a
otros, de vernos de verdad, de prestarnos atención en
todo lo que hacemos todos los días».
En la encíclica Amoris
Laetitia, “La alegría del amor”, el papa Francisco
exhorta a las parejas:
“Es una honda
experiencia espiritual contemplar a cada ser querido con los ojos de Dios y
reconocer a Cristo en él”.
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Además, después de que Jesús lavó los pies de sus discípulos, dijo
que les dejaba un modelo a seguir.
Dentro de nuestros propios matrimonios, dentro de las diferentes
comunidades en las que cada uno de nosotros vive y crece, en ocasiones
especiales o momentos litúrgicos importantes, podríamos plantearnos invocar al
Espíritu Santo para ayudar a las parejas a reavivar su amor a través de este
simple y profundo gesto.
Camille de Longvilliers
Fuente: Aleteia