5 – Octubre. Martes. Témporas de acción de gracias y de petición
El pan de los pobres |
Evangelio según san Mateo 7, 7-11
Pedid y se os dará, buscad y
encontraréis, llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, quien
busca encuentra y al que llama se le abre. Si a alguno de vosotros le pide
su hijo pan, ¿le dará una piedra?; y si le pide pescado, ¿le dará una
serpiente? Pues si vosotros, aun siendo malos, sabéis dar cosas buenas a
vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas
buenas a los que le piden!
Comentario
Jesús, en su conocido discurso
evangélico, que nos relata Mateo, entre muchas recomendaciones hoy nos destaca
la importancia de la Oración.
El símil que expone Jesús, es de
lo más cotidiano, pues si nosotros, que somos imperfectos, damos a nuestros
hijos lo que nos parece mejor, evitando perjudicarles, cuánto más el Señor, en
su infinita misericordia, nos concederá lo que le pedimos, si es lo que nos
conviene.
Nuestra relación con el Padre, a
través de la oración, no se debe convertir en un ajuste de cuentas, exigiendo
que nos bendiga porque hemos actuado más o menos bien; nuestra oración debe
partir desde la humildad, reconociéndonos como imperfectos, pero decididos a
mejorar, con la ayuda de Dios, y si nuestra actitud es sincera, nos ayudará a
encontrar respuesta a nuestras peticiones, abriéndonos su inmenso corazón para
que reposemos en él.
¿Realmente pensamos que Dios es
el responsable de todo lo bueno, o creemos que todo se debe a nuestro esfuerzo?
Abriendo nuestro corazón a Jesús
¿creemos que nuestra vida adquiere un cariz totalmente nuevo?
¿Es nuestra oración humilde o exigimos recompensas por haber actuado bien?
Fuente: Dominicos