La Iglesia existe para llevar la palabra de Jesús al mundo y hacer posible hoy el encuentro con Jesús vivo, haciéndose vehículo de su abrazo de misericordia ofrecido a todos”
Audiencia del Papa Francisco con periodistas. Foto: Mercedes De La Torre / ACI Prensa |
El Papa Francisco recibió a algunos periodistas acreditados
en la oficina de prensa de la Santa Sede en la Sala del Consistorio este 13 de
noviembre a quienes les recordó que “la Iglesia no es una organización política
que tiene en su interior ‘derecha e izquierda’ como ocurre en los Parlamentos”.
El motivo de la inusual audiencia fue por la entrega
del reconocimiento de la “Orden de Pío IX” a dos periodistas
vaticanistas veteranos: la mexicana Valentina Alazraki y el
ítalo-estadounidense Philip Pullella.
En la emotiva ceremonia participaron también los familiares
de los periodistas que recibieron la condecoración de la “Gran Cruz del Orden
Piano”, algunos funcionarios de la Santa Sede y cuatro Cardenales: el
prefecto de la Congregación para los Obispos y presidente de la Pontificia
Comisión para América Latina, Cardenal Marc Ouellet; el presidente emérito del
Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud, el Cardenal mexicano
Javier Lozano Barragán; el presidente emérito de la Gobernación del Estado
de la Ciudad del Vativano, Cardenal Giuseppe Bertello y el delegado Especial de
la Orden de Malta, Cardenal Silvano Maria Tomasi.
Por su parte, Pullella relató que nació en Italia y se
trasladó con su familia a los Estados Unidos de muy pequeño y subrayó las
dificultades que viven algunas familias de migrantes.
En su discurso el Santo Padre recomendó
a los periodistas “escuchar, profundizar y contar” y agradeció a los
periodistas presentes por el trabajo que realizan “gracias por su búsqueda
de la verdad, porque sólo la verdad nos hace libres”, advirtió.
Asimismo, el Santo Padre señaló “por favor, recuerden que la
Iglesia no es una organización política que tiene en su interior ‘derecha e
izquierda’, como ocurre en los Parlamentos. A veces, lamentablemente, se reduce
a esto en nuestras consideraciones, con algunas raíces en la realidad. Pero
no, la Iglesia no es esto. No es una gran empresa multinacional dirigida
por directivos que estudian en la mesa cómo vender mejor su producto”.
En esta línea, el Papa explicó que “la Iglesia no se
‘auto-construye’ sobre la base de su propio proyecto, no saca de sí misma la
fuerza para seguir adelante, no vive de estrategias de mercadotecnia” y
agregó que “cada vez que cae en esta tentación mundana -y ha caído muchas
veces-, la Iglesia, sin darse cuenta, cree tener una luz propia y olvida que es
el ‘mysterium lunae’ del que hablaban los Padres de los primeros siglos -es
decir, la Iglesia sólo es auténtica a la luz de Otro, como la luna-, y así
su acción pierde vigor y no sirve para nada”.
“La Iglesia, formada por hombres y mujeres pecadores como
todos, ha nacido y existe para reflejar la luz de Otro, la luz de Jesús, como
la luna lo hace con el sol. La Iglesia existe para llevar la palabra de
Jesús al mundo y hacer posible hoy el encuentro con Jesús vivo, haciéndose
vehículo de su abrazo de misericordia ofrecido a todos”, concluyó el Papa.
Al finalizar, el Santo Padre saludó personalmente de mano a
todas las personas presentes en esta audiencia. Antes de ingresar al palacio
apostólico vaticano, los guardias suizos verificaron el Green pass de
cada invitado.
Por Mercedes de la Torre
Fuente: ACI Prensa