Cierra los ojos en la intimidad de tu hogar y dile al pequeño que ha de nacer: “Te quiero”
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Suelo
verlo como un niño que sufre nuestros desplantes.
Me he sentado a recordar cuando mis
hijos eran pequeños y celebrábamos sus cumpleaños.
Me llamaba mucho la atención verlos en la espera, cuando aún no
llegaba ningún amiguito. Eran momentos emocionantes.
Se asomaban insistentes para ver quién llegaba primero. Y cuando a
la distancia observaban que llegaba una madre con su amigo, sus rostros se iluminaban
de alegría.
Imagina ahora a Jesús celebrando su cumpleaños. ¿Podemos darle la alegría de vernos llegar?
Celebremos con Jesús en medio
Eres su invitado especial y le ilusiona verte, estar contigo, que
le des un simple: “Feliz cumpleaños Jesús”. O un: “Te quiero
Jesús, gracias por amarnos tanto”.
Todos llegan a misa apurados, y se marchan
rápido para cenar en sus casas, celebrar en familia, y a Él lo
dejamos atrás, esperando ilusionado que alguien llegue a su fiesta, que
nos acordemos de Él.
Hagamos algo diferente esta Navidad, celebremos con Jesús en medio de nosotros, siendo
Él lo más importante, el centro de la celebración, a quien le damos regalos de
amor y buenas obra y una vida si pecado.
Regálale amor
Ve a misa y
cuando termine quédate unos minutos con Jesús en el sagrario.
Lleva a tus hijos, padres, a todos en tu familia, para que le
agradezcan y se postren ante el Rey que ha nacido y nos trae la salvación.
Haz que Jesús se sienta amado.
Lo dejamos tan olvidado en la Navidad…
Decía
Jesús a santa Margarita que
lo que más le duele es la “indiferencia” de sus
amigos con Él.
Piensa en Jesús, tenlo presente en tu
vida cotidiana. No te canses de elevar jaculatorias de
amor, un “te quiero
Jesús”, a lo largo del día durante el Adviento.
La verdadera alegría
Vivirás la Navidad con el gozo que da Dios, no lo pasajero que te
ofrece el mundo.
A veces un simple: “Feliz Navidad” hace una
enorme diferencia. Me ha pasado.
Cierra los ojos en la intimidad de tu
hogar y dile al pequeño que ha de nacer: “Te quiero Jesús”.
¿Me permites pedirte un favor? Cuando
vayas al sagrario a verlo, dile a Jesús de mi parte: “Claudio te
manda saludos”.
¡Dios te bendiga! Y ¡Feliz Navidad!
Claudio de Castro
Fuente: Aleteia