Los nuevos Herodes de nuestros días desgarran la inocencia de los niños bajo el peso del trabajo esclavo, de la prostitución y la explotación, de las guerras y la emigración forzada
Papa Francisco. Crédito: Daniel Ibáñez / ACI Prensa |
En el día en el que la Iglesia
recuerda a los Santos Inocentes, los pequeños que murieron por orden del rey
Herodes que quería matar a Jesús, el Papa Francisco denunció a los nuevos
Herodes que “desgarran la inocencia de los niños”.
Así lo indicó el Santo Padre en
su cuenta de Twitter este 28 de diciembre, cuando la Iglesia recuerda a todos
los niños mártires menores de dos años que el rey Herodes mandó a matar en su
pretensión de acabar con el Niño Jesús que había nacido en Belén.
En distintas ocasiones el Santo
Padre se ha referido al tema de los Santos Inocentes de hoy. En una carta
enviada a los obispos del mundo el 28 de diciembre de 2016, el Papa
recordó que “la Navidad, mal que nos pese, viene acompañada también del llanto”.
“Los evangelistas no se
permitieron disfrazar la realidad para hacerla más creíble o apetecible. No se
permitieron realizar un discurso ‘bonito’ pero irreal. Para ellos la Navidad no
era refugio fantasioso en el que esconderse frente a los desafíos e injusticias
de su tiempo”, indicó entonces el Papa.
“Al contrario, nos anuncian el
nacimiento del Hijo de Dios también envuelto en una tragedia de dolor. Citando
al profeta Jeremías, el evangelista Mateo lo presenta con gran crudeza: ‘En
Ramá se oyó una voz, hubo lágrimas y gemidos: es Raquel, que llora a sus hijos’
(2,18). Es el gemido de dolor de las madres que lloran las muertes de sus
hijos inocentes frente a la tiranía y ansia de poder desenfrenada de Herodes”.
“Un gemido que hoy también
podemos seguir escuchando, que nos llega al alma y que no podemos ni queremos
ignorar ni callar”.
“Hoy en nuestros pueblos,
lamentablemente –y lo escribo con profundo dolor–, se sigue escuchando el
gemido y el llanto de tantas madres, de tantas familias, por la muerte de sus
hijos, de sus hijos inocentes”, lamentó entonces el Santo Padre.
Por Walter Sánchez Silva
Fuente: ACI Prensa