“Desde los tiempos más antiguos, la Bienaventurada Virgen es honrada con el título de Madre de Dios”, dice la Constitución Dogmática Lumen Gentium (Num. 66) de la Iglesia
| Aciprensa |
1. Con esta solemnidad concluye la Octava de Navidad
Con esta Solemnidad se concluye la Octava de Navidad, un conjunto
de ocho días, desde el 25 de diciembre, en los que la Iglesia actualmente
celebra el Nacimiento de Jesús.
En el Antiguo Testamento (Gen. 17,9-14) se puede leer que hace
muchos siglos Dios hizo una alianza con Abraham y su descendencia cuyo signo
era la circuncisión al octavo
día después del nacimiento.
“Ocho días después, llegó el tiempo de circuncidar al niño y se le
puso el nombre de Jesús, nombre que le había sido dado por el Ángel antes de su
concepción” (Lc. 2,21).
2. María era llamada "Theotokos" por los primeros cristianos
Los primeros cristianos solían llamar a la Virgen María como la “Theotokos”,
que en griego significa “Madre
de Dios”.
Este título aparece en las catacumbas debajo de la ciudad de Roma
y en antiguos monumentos de oriente (Grecia, Turquía, Egipto).
Los Obispos reunidos en el Concilio de Éfeso (431), ciudad
donde según la tradición la Virgen pasó sus últimos años antes de ser asunta al
cielo, declararon: “La Virgen María sí es Madre de Dios porque su Hijo, Cristo,
es Dios".
3. El título de Madre de Dios proviene de las primeras oraciones
cristianas
“Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios” dice una de las
antiguas oraciones marianas de los cristianos de Egipto del siglo III.
Cabe resaltar que ese título de “Madre de Dios” (“Theotokos”) no
existía y que fue creado
por los cristianos para expresar su fe.
4. Es una de las más antiguas fiestas marianas
La “Maternidad de María” es una de las primeras fiestas marianas que
se dio en la cristiandad. Se dice que por el siglo V, en Bizancio, había una
“memoria de la Madre de Dios” que se celebraba el 26 de diciembre, al día
siguiente de la Navidad.
Poco a poco se fue introduciendo en la liturgia romana en un día
de la Octava de Navidad y ya por el siglo VIII se encuentran para esta
conmemoración antifonales con el título de “Natale Sanctae Mariae”, así como
oraciones y responsorios con los que se honraba la divina “Maternidad de
María”.
5. En el mismo día también se celebra la Jornada de la Paz
Con el tiempo, esta memoria de la Virgen fue desplazada para
conmemorar la “Circuncisión del Señor”, pero se mantendría el acento mariano.
En 1931 el Papa Pío XI la reestableció para el 11 de octubre con ocasión del XV
centenario del Concilio de Éfeso y le dio una categoría equivalente a la
Solemnidad actual.
Años después, en esta fecha, San Juan XXIII inauguró el Concilio Vaticano II (1962).
Con la reforma litúrgica de 1969, la “Maternidad de María” pasó a celebrarse al 1 de enero, día en que se inicia el “calendario civil”. Un año antes, en 1968, el Beato Pablo VI instituyó para este día la Jornada Mundial de la Paz. Es así que el primer día del año se celebra a María y se ora por la paz.
6. Es el dogma mariano más importante
El título “Madre de Dios” es el principal y el más importante dogma sobre
la Virgen María y todos los demás dogmas marianos encuentran su sentido en esta
verdad de fe.
Los otros dogmas marianos son que María tuvo una Inmaculada
Concepción, Perpetua Virginidad y que fue llevada en cuerpo y alma al cielo
(Asunción).
Asimismo, Nuestra Señora tiene los siguientes títulos: Madre de
los hombres, Madre de la Iglesia, Abogada nuestra, Corredentora, Medianera de
todas las gracias, Reina y Señora de todo lo creado y todas las alabanzas
contenidas en las letanías del Santo Rosario.
7. María dio su consentimiento para ser la Madre de Dios
En noviembre de 1996 San Juan Pablo II explicó que “la expresión
‘Madre de Dios’ nos dirige al Verbo de Dios, que en la Encarnación asumió la
humildad de la condición humana para elevar al hombre a la filiación divina”.
“Pero ese título, a la luz de la sublime dignidad concedida a la
Virgen de Nazaret, proclama también la nobleza de la mujer y su altísima
vocación. En efecto, Dios
trata a María como persona libre y responsable y no realiza
la encarnación de su Hijo sino después de haber obtenido su consentimiento”,
afirmó.
Fuente: ACI Prensa





