¿Sabías que hay más de 3000 promesas en la Biblia para cada uno de nosotros?
Pemaphoto | Shutterstock |
«Ninguna cosa es imposible para Dios”
Lucas 1, 37
Anda, toma esa vieja Biblia que tienes reposando en casa sin que
nadie la lea. Dios tiene algo importante que
decirte, desea mostrarte su amor, que eres especial para Él.
¿Sabías que hay más de 3000 promesas en la
Biblia para cada uno de nosotros? He
probado un par de ellas y descubro sorprendido que son ciertas. Todas se
cumplen.
Para
mí esta es una de las más hermosas promesas que puedes conocer:
“Vengan a mí
todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso”.
Mateo 11,28
Podremos verle
“Por nada estén afanosos; más bien, presenten sus
peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la
paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará sus corazones y sus
mentes en Cristo Jesús”.
Filip
4, 6-7
«Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha
manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos
semejantes a él, porque le veremos tal cual es. Todo el que tiene esta
esperanza en él se purifica a sí mismo, como él es puro».
1 Juan 3
Hacer lo que Él dice tiene premio
«Respeta
a tu padre y a tu madre, para que se prolongue tu vida sobre la tierra que
Yavé, tu Dios, te da.»
(Éxodo 20, 12)
«Dichoso el
que se preocupa del débil y del pobre, en el día de la desgracia el Señor lo
salvará»
Salmo 41
Esta es otra promesa que me encanta.
«En verdad, en
verdad os digo: el que crea en mí, hará él también las obras que yo hago, y
hará mayores aún, porque yo voy al Padre. Y todo lo que pidáis en mi nombre, yo
lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís algo en mi
nombre, yo lo haré»
Juan, 14
Seremos felices
Y seguimos encontrando más promesas.
«Venid a mí todos los que estáis fatigados y
sobrecargados, y yo os daré descanso»
Mateo
11,28
«Felices ustedes los pobres, porque de ustedes es el
Reino de Dios. Felices ustedes, los que ahora tienen hambre, porque serán
saciados. Y felices ustedes, los que lloran, porque reirán».
Lucas
6
Claudio de Castro
Fuente: Aleteia