El plan de ampliar espacios naturales alrededor del lugar donde oraba Jesucristo «ha sido fomentado por entidades cuya única meta es confiscar y nacionalizar uno de los lugares más sagrados del cristianismo», denuncian los patriarcas cristianos
| Foto Andrew Shiva |
Los líderes de las principales
iglesias cristianas en Jerusalén han exigido a Israel que
detenga un plan que contempla ampliar un parque nacional israelí al Monte de
los Olivos, en la parte oriental ocupada de la ciudad, donde se sitúan varios
lugares sagrados para el cristianismo, informa la agencia EFE.
«En los últimos años no podemos
evitar sentir que varias entidades están intentando minimizar, por no decir
eliminar, cualquiera de las características no judías de la Ciudad Santa»,
lamentaron en un mensaje común varios líderes cristianos.
Así se expresaron el patriarca
latino, Pierbattista Pizzaballa; el patriarca griego ortodoxo,
Teófilos III; y el armenio, Nourhan Manougian, en una carta conjunta dirigida a
la ministra de Protección Medioambiental israelí, Tamar Zandberg.
«El Monte de los Olivos es uno de
los lugares más sagrados para la cristiandad» y «nuestras iglesias trabajan sin
descanso para preservar su carácter sagrado», así como «el acceso a peregrinos
y visitantes», afiirman los líderes cristianos.
Los patriarcas aseguran que pese
a que «el plan ha sido fomentado por entidades cuya única meta es confiscar y
nacionalizar uno de los lugares más sagrados del cristianismo», referencia
velada a grupos procolonos que buscan extender la presencia judía en la Ciudad
Vieja y alrededores.
«Esta es una medida brutal que
supone un ataque directo y premeditado a los cristianos de Tierra Santa, a las
iglesias y sus derechos antiguos e internacionales garantizados» en Jerusalén,
denuncian las iglesias.
Consideran que «bajo el pretexto
de proteger espacios verdes, el plan parece servir a una agenda ideológica que
niega el estatus y los derechos de los cristianos en Jerusalén».
Ante ello, instan a Israel a
detener el plan y a actuar «lejos de cualquier consideración política e
ideológica» que está más allá «de la protección de la naturaleza».
Esta zona se ubica en la parte
este de Jerusalén, ocupada por Israel en la Guerra de los Seis Días de 1967 y
anexionada bajo su jurisdicción en 1980, en contra del derecho internacional
que respeta la reclamación de los palestinos de la mitad oriental como la
capital de su futuro estado.
Fuente: Alfa y Omega





