Este sacerdote español lleva 45 años viviendo en la Ciudad Eterna al servicio de la llamada Obra de la Iglesia
Imagen referencial. Crédito: Alex Iby / Unsplash |
En ocasiones, la ciudad de Roma llama a la puerta de determinadas
personas y finalmente termina por acogerlas para toda la vida; podemos decir
que el P. Alfredo Fernández es uno de esos afortunados, pues dentro de su labor
pastoral está el acompañar a los novios en su preparación al matrimonio.
Este sacerdote español lleva 45 años viviendo en la Ciudad Eterna
al servicio de la llamada Obra
de la Iglesia, una institución de derecho pontificio fundada
por la madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia.
A esta institución pertenecen también Lisa Tacconi y Rino
Romano, una
pareja con 30 años de casados y que desde la Obra de la
Iglesia llevan adelante la preparación de los novios al matrimonio en la
parroquia romana de Nuestra Señora de Valme en Villa Bonelli.
Buscar la felicidad del otro
Al preguntarles por el significado del amor verdadero, Lisa
recuerda las palabras de la fundadora de la Obra de la Iglesia, la Madre
Trinidad, quien en una escrito titulado “El verdadero concepto del amor” dijo
que “Amar es adherirse
a la persona amada, sin buscar, esencialmente, más que darle descanso y hacerla
feliz”.
Lisa indicó que “hoy en día la familia está sufriendo numerosos
ataques, como son la ideología de género, el divorcio o el aborto”. A raíz de
estas amenazas, afirmó, se puede deducir que los fundamentos para un matrimonio
son “la unión entre un hombre y una mujer, para siempre y abiertos a la
vida”.
“El hombre debe ser un hombre fiable que sepa cargar con el peso
de los demás, igual que Cristo cargó con su Cruz. Y una mujer como la que vemos
en el Evangelio y que tenga como modelo a la Madre de Dios”,
añadió.
En su mensaje a los novios, Lisa dijo que “un matrimonio para siempre” se
fortalece “con el tiempo y con las pruebas de la vida. Y, por último, abierto a
la vida, para Gloria de Dios. Como siempre nos ha enseñado la Iglesia, la
familia es un don maravilloso de Dios y por ello debemos acompañar a los novios
para que maduren como personas y como cristianos”.
Aprender a enamorarse
Siguiendo las palabras de Lisa, el P. Alfredo dijo a los novios
que “los sentimientos, aunque son necesarios, muchas veces se convierten en
malos consejeros. Jugar al amor es jugar con fuego. Al final, por muy hábil que
seas, te acabas quemando”.
“Hay que aprender a enamorarse y a enamorar. Y primero hay que hacerlo de Dios,
que es fácil de amar. Enamorarse de Él es lo más hermoso de la vida.
Después podremos enamorarnos de los demás sin miedo”, explicó el
sacerdote.
Por su parte, Rino aseguró que un noviazgo “puede ser inolvidable
si la pareja está dispuesta a vivir un tiempo de gracia, con ilusión y deseando
madurar en el verdadero Amor”.
Aceptar el Plan de Dios
A pesar de las dificultades y problemas de la vida, el noviazgo y
el matrimonio están repletos de momentos de felicidad. Como explicó Lisa, siempre
que “la pareja se adapte al plan que Dios tiene en su Iglesia sobre la familia,
que es espejo de la Familia Divina. Nuestra
vida tiene destellos de vida trinitaria. Dios no está lejos y
está esperando con su corazón de Padre darnos su amor”.
Por su parte, el P. Alfredo dijo que si bien la expresión “para
siempre” puede asustar, también “atrae”. “Una relación sólo perdura si la
pareja aprende a beber y a vivir el Amor de Dios, que es para todos”,
afirmó.
El amor como entrega
En este sentido, Rino explicó a continuación las dificultades que
atraviesan las parejas de hoy en día. “Son de dos tipos, la fragilidad personal
o falta de madurez y el ambiente en el que vivimos. No basta con enamorarse, hay que
respetar a la otra persona. Amar es dar, es vivir con un cierto
equilibrio que requiere sacrificio”, señaló.
Así, ante la pregunta de si es posible crecer en una relación sin
la presencia de Dios, Lisa invitó a cuestionarse: “¿Es posible mover un
vehículo sin carburante? Pues eso...”.
Por su parte, Rino indicó que la mayor muestra de amor ya lo
señaló el Evangelio: “Dar
la vida por la persona amada”.
Dios siempre manda la ayuda
oportuna
Continuando con el tema del sacrificio citado por Rino, el P.
Alfredo advirtió que la pérdida del valor del sacrificio y del respeto es un
gran problema dentro de una relación.
“El amor necesita ser alimentado, con amor del bueno. Sino, se
intoxica la vida de la pareja. Existe
un concepto erróneo cuando se reduce el amor a la pasión, lo
que nos puede llevar a creer que el Amor Divino y el Amor Humano no tienen nada
que ver”.
Por ello, Lisa aconsejó a los matrimonios que atraviesan
dificultades y que intentan recuperar la relación, que lo primero que tienen
que hacer es “huir del alarmismo, ya que las dificultades forman parte de la
vida. El deseo de intentar recuperar la relación viene de Dios y hay que
secundarlo, pues
con su ayuda la mitad del camino ya está recorrido”.
“Les diría que se dejen ayudar por otras parejas que han atravesado una
situación parecida y que la hayan superado. Todos pasamos por malas épocas,
pero Dios siempre manda la ayuda oportuna”, aseguró.
Mantener la ilusión
Respecto a la evolución de las relaciones, donde tanto la pareja
como las personas van cambiando, hay algo que siempre preocupa, y es la
capacidad de mantener la ilusión del principio. ¿Es eso realmente posible? Rino
aseguró que “sí,
porque el amor verdadero crece con el tiempo”.
Asimismo, al preguntarle al sacerdote si ¿es cierto que todo vale
en el amor?, respondió:
“Bueno, eso recuerda la famosa frase “Ama y haz lo que quieras”,
que explicada quiere decir: si amaras como debieras, podrías hacer lo que
quisieras”.
El Don del perdón
En cuanto a la capacidad de perdonar y ser perdonado en una
relación, Lisa aseguró que “en el corazón de una madre caben todos sus hijos,
en todas las situaciones. Así es el corazón de la Madre Iglesia, para todos tiene solución”.
Sobre las relaciones prematrimoniales o la convivencia fuera del
matrimonio, el P. Alfredo cuestionó: “¿Qué diría de uno que sube al altar y
celebra Misa sin ser sacerdote? Pues que profana el sacramento, ¿verdad? Por lo
tanto, sacar fuera del sacramento la relación de esposos es como una
profanación”.
La importancia del
diálogo
Asimismo, Lisa recordó a los novios algo indispensable que no
puede faltar en una buena relación es “el
diálogo confiado con Dios y con la persona que tienes al lado”.
Por último, el P. Alfredo expresó que todavía le conmueve “la
ilusión con la que llegan algunos novios. Están emocionados como niños de
Primera Comunión, pidiendo aprender lo maravilloso que es el noviazgo
cristiano, algo que ni siquiera sabían que existía”.
Por Almudena Martínez-Bordiú
Fuente: ACI Prensa