Ha insistido en que hará falta ayudar a los refugiados ucranianos más adelante, cuando la memoria de la guerra sea algo lejano
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Vatican Media |
La preocupación del Papa
Francisco por los terribles acontecimientos en Ucrania se refleja prácticamente
en cada una de sus intervenciones. Este sábado, en su encuentro con la Federación
Italiana de Radioaficionados que colabora con la Protección Civil del
país, el Pontífice ha vuelto a referirse a la tragedia ucraniana. Esta
organización de radioaficionados se dedica principalmente al voluntariado y, en
el caso concreto de la invasión de Ucrania, han unido sus fuerzas a las demás
asociaciones del tercer sector para el envío de ayuda material y la acogida de
los refugiados. Precisamente el Papa, al comienzo de su discurso, ha reconocido
este rico tejido italiano de voluntariado «que no terminaré nunca de apreciar y
que merece todo el apoyo y reconocimiento».
Es ese voluntariado el que se ha
organizado de mil formas distintas para ayudar a la población ucraniana. En
este caso, los radioaficionados han puesto su afición al servicio de quien más
lo necesita, algo que el Papa ha puesto de relieve: «Habéis hecho de vuestra
pasión un instrumento eficaz de protección civil y de solidaridad con las
personas más necesitadas y frágiles y con los grupos sociales más vulnerables.
Esto es muy bonito: una pasión personal que se convierte en servicio social. Es
el principio de los dones, de los talentos al servicio del bien común».
Gracias a
estas redes de radioaficionados se ha podido intervenir de forma eficaz en
varias emergencias cuando las comunicaciones habituales se han visto
interrumpidas, por ejemplo, en el caso de los terremotos. El Papa ha subrayado
esta característica de la actividad de los radioaficionados como una de sus
fortalezas y como un signo de independencia y de libertad: «Pensemos como esto
puede convertirse en decisivo donde un régimen o un centro de poder quiera
controlar las comunicaciones. Es fundamental mantener la libertad para estar
realmente al servicio de las personas, del bien común».
Guerra vergonzosa
El servicio del bien común ha
sido una de las expresiones más repetidas por Francisco en esta audiencia que
se ha convertido en una ocasión para agradecer a estos voluntarios su trabajo a
favor de los ucranianos. También se ha convertido en una ocasión para que
Francisco se refiera una vez más a la guerra de Ucrania, «vergonzosa para todos
nosotros, para toda la humanidad», «inaceptable» y que «cada día que pasa suma
más muertes y destrucción». El Pontífice ha pedido que no termine la ola de
solidaridad que está durando tanto como lo que llevamos de guerra, pero que
pude acabar cuando la situación se enquiste definitivamente. Por eso, ha
insistido en que hará falta ayudar a los refugiados ucranianos más adelante,
«cuando la memoria de la guerra sea algo lejano porque entonces será cuando
tengan más dificultades que ahora, ya que en este momento estamos todos juntos,
pero ¿y después? Hay que pensar en el futuro y no es fácil». Por último, el
Papa ha dado las gracias a esta asociación por su rápida respuesta a la crisis:
«Europa está dando una respuesta a esta guerra más allá del plano de las altas
Instituciones sino también a nivel de la sociedad civil, de las asociaciones de
voluntariado como la vuestra. Esta forma de reaccionar es fundamental e
indispensable y regenera el tejido humano y social ante una herida así de grave
y grande como la causada por la guerra».
Ángeles Conde
Fuente: Alfa y Omega