El párroco de Tazacorte y delegado de Cáritas en la zona participó este miércoles en la audiencia general
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| Foto: Cáritas Tenerife |
En plena erupción del volcán de
Cumbre Vieja, el pasado mes de octubre, a Jorge Concepción, párroco en
Tazacorte y delegado de Cáritas Diocesana de Tenerife, se le planteó la posibilidad
de ver al Papa Francisco de cerca, una opción que se materializó al fin este
miércoles durante la audiencia general.
Desde entonces han pasado muchas
cosas, incluido el fin de la erupción, situación por la que el Papa había
tenido noticia y se había interesado. Envió un mensaje a los palmeros en dos
ocasiones: una tras el rezo del ángelus un domingo y otra en formato vídeo tras
la visita ad limina del obispo de Tenerife.
Con el encuentro cerrado hace ya
algunas semanas, el párroco pensó que era el momento de mostrar al Pontífice la
labor que la Iglesia había estado realizando, fundamentalmente a través de
Cáritas, durante todo este tiempo. Y preparó un álbum con fotografías que
reflejan toda esa implicación. En esas fotos, según detalla en conversación
con Alfa y Omega, aparecen los voluntarios, los sacerdotes, las visitas de
los responsables de Cáritas a nivel nacional o las del obispo diocesano.
El momento de
la entrega, aunque apenas cruzaron palabras fue muy emotivo, tal y como
describe Jorge Concepción: «Había muchas personas alrededor. El Papa se iba
acercando poco a poco. Cuando ya saludaba a la persona que tenía al lado ya se
le fueron los ojos al álbum. Él sabía que iba a saludar a un cura de La Palma.
Yo le dije lo que le estaba regalando y le pedí la bendición».
Cientos de personas siguen fuera
de sus hogares
El sacerdote explica que en estos
momentos son centenares de personas las que siguen por las consecuencias de la
erupción fuera de sus hogares. Se encuentran en hoteles a la espera de que se
den las condiciones para poder regresar. Además, señala que los que han perdido
sus casas están pudiendo acceder a las viviendas prefabricadas que se han
instalado o han comprado una con el dinero de la indemnización.
En este contexto, Cáritas sigue
aportando su ayuda en diversos contextos. Hay personas que necesitan ayudas
puntuales como muebles o arreglos para su vivienda y otras espacios para poder
continuar con su actividad laboral. «La demanda es variada y las situaciones
distintas. Hay personas que tenían trabajo y ya no lo tienen o que tienen
trabajo pero no una vivienda», explica.
En su opinión, la población
todavía vive en un cierto estado de shock, lo que provoca una cierta
«paralización». Por eso cree importante el trabajo que están realizando en colaboración con los religiosos
camilos para abrir espacios de escucha que puedan ayudar a compartir
todo lo vivido. La semana que viene, una delegación de la Unidad Móvil de
Intervención en Crisis y Duelo del Centro de Escucha San Camilo viajará hasta
la isla para impartir formación en este sentido.
Fran Otero
Fuente: Alfa y Omega






