Este sábado 7 de mayo, el Papa Francisco recibió en el Palacio Apostólico del Vaticano a profesores y estudiantes del Pontificio Instituto Litúrgico con motivo del 60º aniversario de su fundación
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El Papa con miembros del Pontificio Instituto Litúrgico. Crédito: Vatican Media |
El Santo Padre subrayó la
dedicación al estudio que realiza esta institución, que surgió como “una
necesidad que encontró una iluminadora verificación en el Concilio Vaticano
II”.
A continuación, el Papa Francisco
destacó que el Instituto Pontificio Litúrgico responde a las tres
dimensiones que emergen del impulso del Concilio Vaticano II: la participación
en la liturgia, la comunión eclesial y el impulso de la misión
evangelizadora.
Animó también a “promover la
participación activa en la vida litúrgica”, educando a la gente para “que entre
en el espíritu” de la liturgia, algo que según el Papa “no se puede poseer”, ya
que “no es una profesión”, sino que la liturgia se celebra.
También aseguró que “dar gloria a
Dios en la liturgia encuentra su contrapartida en el amor al prójimo, en el
compromiso de vivir como hermanos en las situaciones cotidianas, en la
comunidad en la que me encuentro, con sus méritos y limitaciones”.
“Este es el camino de la
verdadera santificación. Por ello, la formación del Pueblo de Dios es una
tarea fundamental para vivir una vida litúrgica plenamente eclesial” dijo
el Papa Francisco.
Asimismo, aseguró que “toda
celebración litúrgica termina siempre con la misión”, ya que “lo que vivimos y
celebramos nos lleva a salir al encuentro de los demás, al encuentro del mundo
que nos rodea, al encuentro de las alegrías y necesidades de tantos que quizás
viven sin conocer el don de Dios”.
“La auténtica vida litúrgica,
especialmente la Eucaristía, nos impulsa siempre a la caridad, que es sobre
todo apertura y atención a los demás. Esta actitud siempre comienza y se
fundamenta en la oración, especialmente en la oración litúrgica. Y esta
dimensión nos abre también al diálogo, al encuentro, al espíritu ecuménico, a
la acogida”, explicó el Papa Francisco.
El Papa defendió además que “no
es posible adorar a Dios y al mismo tiempo hacer de la liturgia un campo de
batalla para cuestiones que no son esenciales”.
“El Evangelio y la Tradición de
la Iglesia nos llaman a estar firmemente unidos en lo esencial, y a compartir
las legítimas diferencias en la armonía del Espíritu”, aseguró.
“La Iglesia necesita hoy como
siempre vivir de la liturgia. Los Padres del Concilio hicieron un gran trabajo
para que así fuera. Debemos continuar esta tarea de ser formados por la
liturgia”, pidió por último el Papa Francisco.
Por Almudena Martínez-Bordiú
Fuente: ACI Prensa