El
Papa Francisco reconoció el notable papel de los maestros y la importante
misión en la “transmisión de vida”.
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| Papa Francisco en el Vaticano. Foto: Vatican Media |
Luego, el Papa advirtió que “no
basta con llenar la cabeza de ideas, eso no es educar; educar es transmitir la
vida. Y ser profesor es vivir una misión”.
En esta línea, el Santo Padre explicó que “si hacemos buenos discursos,
pero la vida va en otra dirección, corremos el riesgo de ser solo actores que
interpretan un papel, pero no educadores”.
Por ello, el Papa invitó a las
religiosas a no “contentarse con ‘enseñar’ a Jesús” porque Cristo ante todo “se
testimonia” y agregó que “es así como se transmite la fe”.
“Dios se comunica solamente si
vive en nuestra vida, si llena nuestros afectos, si une nuestros pensamientos e
inspira nuestras acciones”, afirmó el Pontífice.
En este sentido, el Papa
Francisco explicó que la prueba de esta unión con Dios se manifiesta en la
“apertura a los otros” porque “el que conoce al Señor no se encierra en la
sacristía, sino que vive para servir, sin importarle dónde o qué se le pida.
Vivir para servir, porque el servicio es la gran enseñanza del Maestro, que
vino a servir y no a ser servido”.
Luego, el Santo Padre reconoció
que “a menudo se habla de las dificultades de la vida religiosa, de la falta de
vocaciones”. Ante eso, el Papa aconsejó “poner a Jesús en el centro” porque
“estamos llamados en primer lugar a quitarnos del centro, que es el suyo”.
Es decir, el Papa sugirió vivir
la consagración como “llamada al servicio” porque “es esto lo que permite a
Jesús actuar en nosotros como quiere y enseñarnos a superar la resignación y la
nostalgia, a leer nuestra compleja época, a emprender con valentía nuevos
caminos al ritmo de los tiempos”.
Por último, el Santo Padre
recordó la imagen de Santa Lucia Filippini con el crucifijo en la mano para
concluir: “el centro no es para nosotros, sino para Él; y seremos buenos
maestros si seguimos siendo discípulos, llamados cada día a servir, con alegría”.
“Guardemos en nuestro corazón
esta buena noticia, que alimenta la confianza. Deseo que sean capaces de
proclamarlo a los que encuentren, para reavivar la esperanza en ellos también.
Hay tanta necesidad hoy en día; es una misión que nos concierne a cada uno de
nosotros”, concluyó el Papa.
Por Mercedes de la Torre
Fuente: ACI Prensa






