Cada canción puede interpelar a alguien de una forma o de otra. Más allá del momento espiritual en que se encuentra cada uno, es fácil reconocer en cada hit algo que sacuda, de algún modo, al alma
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En España no existen grupos de
música cristianos capaces de llenar las salas más grandes de música, como
sucede en otros lugares, como Estados Unidos. Hakuna Group Music ha logrado que
se cuelgue el cartel de «sold out» tras 8.000 entradas vendidas en un concierto
donde se presentaba su nuevo disco llamado QAOS.
Dos horas antes de que abriesen
las puertas ya había una gran cola de gente de todo tipo. Se podían ver
alzacuellos, jóvenes católicos de muchos tipos, familias e incluso agnósticos y
ateos. ¡Fue sorprendente ver a tantas personas que acudían al concierto con la
mente abierta, sin creer en Dios!
Durante
el concierto, una de las canciones que más cantó el público fue «Huracán». Ello
coincide con otro hito sorprendente: esta música hoy se encuentra entre las más
escuchadas en la plataforma Spotify… ¡superando a muchos hits del
momento!
La clave para reunir a más de 8.000 personas para cantar a Dios
Leí que una chica llamada María,
que decía no creer en Dios y que acudió a al concierto porque cantaba un
conocido, explicó que le sorprendieron las letras. Reconoció en ellas que «la
mayoría eran canciones de amor».
Y es que si hay algo reconocible
en las letras es algo que muchas personas, llenas de prejuicios, no conocen.
Dios les ama y quiere con cada uno un idilio de amor.
Cada canción puede interpelar a
alguien de una forma o de otra. Más allá del momento espiritual en que se
encuentra cada uno, es fácil reconocer en cada hit algo que sacuda,
de algún modo, al alma.
Pero ¿cuál es el secreto detrás
de todo esto?
Si algo fue realmente conmovedor
es que durante todo el concierto, detrás del escenario, donde se encontraban 30
de los muchos más jóvenes que forman Hakuna Group Music, estuvo el
Santísimo expuesto.
De tal forma que no fue un
concierto en vano, eran 8.000 almas cantando a Dios. Se acondicionó un camerino
para que pudiera ser una bonita y sencilla capilla. Por lo que ahí no había
música estéril.
El protagonista estaba en lo
escondido, detrás del escenario. Pero era evidente para todos, incluso
para María, la joven atea que pudo intuirlo al reconocer que las canciones
hablaban del amor de Dios.
La música que une a la familia y
a los grupos de amigos
La música que sonó para Dios fue
capaz de reunir a niños pequeños, a jóvenes escépticos y también al Obispo de
Madrid, Don Carlos Osoro. Y fue, sin duda, un foco de esperanza para muchos
padres de familia que yendo escépticos, arrastrados quizá por sus hijos
adolescentes, salieron felices al oír cantar a sus hijos letras inspiradas por
el Espíritu Santo.
Incluso muchos jóvenes
aprovecharon el plan festivo para invitar a amigos de la universidad o el
trabajo que no están cerca de Dios. La música puede ayudar a muchos a acercarse
a Dios y ya lo decía San Agustín: «quien canta, reza dos veces». Sin duda,
muchos escépticos se conmovieron en el concierto y en la canción «Noche», cuando todo el
estadio se arrodilló para pedir por todas las intenciones del mundo con una
bonita melodía.
Quizá muchas veces, donde no
llegamos con palabras o con una conversación, la
música sí puede llegar y tocar almas. Más si detrás de cada letra y de
cada canción sonada está un Dios vivo que, además, nos empuja a cantar lo
que vivimos y vivir lo que cantamos.
¿Cómo Dios logra un hit viral?
Todos conocemos la plataforma de
música Spotify y sus listas de éxitos y de canciones más virales a nivel global
y por países donde canciones de artistas famosos pelean por subir y escalar los
primeros puestos. Siempre están en las posiciones más privilegiadas los hits
que suenan de forma repetida en la radio de artistas famosos.
Recientemente, me ha sorprendido
una anomalía en esas listas: una canción que nada tiene que ver con un artista
famoso se ha colado en los primeros puestos de canciones virales en España
superando grandes éxitos musicales.
Se trata de la canción Huracán de
Hakuna Group Music, la que te comenté que resonó hace unos días en el
multitudinario estadio. Como un verdadero huracán, arrasó y sorprendió a todos.
Muchísimos influencers y cuentas
de Instagram y YouTube han estado compartiendo contenido con esta canción.
Muchos de ellos se sorprenden de que les guste tanto al ser de un grupo de
música católico y hablar de la relación de una persona con Dios.
¿Por qué un no católico canta a
Dios?
Más allá de la melodía preciosa
de este tema del último disco de Hakuna Group Music, llamado QAOS, la letra
interpela a cualquier persona.
La letra es un reclamo a Dios de
una persona en una situación donde le duele no comprender. A quien le da la
sensación de que Dios no está presente cuando más le necesita.
Empieza desde la humildad y
recoge el anhelo y reclamo más fuerte desde siempre del hombre hacia Dios en su
experiencia frente al sufrimiento.
Intentando entender
Me he lanzado a buscarte
Sin saberte ver
Me he asomado al abismo
Me he atrevido a saltar y caer»
La historia real, detrás de
nuestros momentos difíciles
Este huracán que arrasa en las
listas de canciones virales fue compuesto por una chica joven que estaba pasando
por un momento de mucho dolor en su familia. Sintiéndose abatida logró componer
una canción que recoge esa incomprensión que todos hemos experimentado en algún
momento: «y me han dado respuestas, pero no sé qué hacer… he prometido
seguirte sin entender».
La canción expresa también esa
disposición interior del corazón que ante un momento de dolor e incomprensión
nos mueve a seguir manteniendo la confianza en Él ante el misterio: «Y hay
un eco en lo hondo que me empuja hacia ti. Y aunque sea sin sentirte, te
buscaré».
La canción viral concluye a esa
pregunta de «¿dónde estás cuando me haces falta?» con una respuesta
de Dios que no puede ser más ajustada a la realidad: Dios está en lo
escondido, con nosotros, acompañándonos: «Estoy aquí, en el silencio,
estoy aquí. En este viento, estoy aquí. En este trozo de pan. Estoy aquí
en tu lamento, estoy aquí. En este eco, estoy aquí. En este trozo de pan».
Tras esa respuesta, la canción
cambia el foco y pasa de gritar desesperadamente a comprender esta verdad,
Dios rompe el Cielo para estar junto a mí, porque su amor por mí es infinito: «Y
tu huracán romperá el cielo desde mi garganta, gritándome: cuánto me haces
falta».
Una canción que soy yo y que
también eres tú
Cuántas personas se han pasado
años buscando a Dios, yendo por otras sendas en busca de respuestas que no
satisfacían; navegando en mares cuya agua no saciaba esa sed… quizá tú mismo.
Cuántas personas en un momento
dado han sentido que un huracán rompía el Cielo desde su garganta gritándole a
Dios dónde estaba cuando les hacía falta.
Cuántas personas en alguna
ocasión nos hemos arrodillado y enfadados le hemos gritado desde dentro: «¿Por
qué no haces algo ya? ¿No ves que sufro?». Tras ese grito, tras mostrarnos
humillados y casi desesperanzados, Dios ha acontecido de las formas más
insospechadas.
Por ese motivo creo que la
canción «Huracán» habla a cada uno. Habla de un Dios que está muy lejos de
la idea de Dios que muchos tienen de niño y muy cerca del Dios que hemos
conocido tantos cara a cara y de forma personal.
Del mismo modo que un hijo protesta,
llora y patalea cuando no tiene lo que consideran necesario de su padre, la
canción «Huracán» nos recuerda que tenemos un Padre a quien patalear, alguien
que comprende nuestra necesidad, limitación y dolor.
Por ello la canción de Hakuna
Group Music interpela tanto a cada uno y libera y sana sin darnos cuenta, como
hace la buena poesía.
Lo único que Dios no nos dará
«Dios me lo ha dado todo en la
vida. Todo, salvo una cosa: Explicaciones» escuché recientemente. Y es verdad,
Dios no da explicaciones. Sí que da pistas y tú las tienes que seguir. Esta es
la idea que recoge esta canción. Probablemente, por ello es viral: los
cristianos hemos prometido seguir sin entender, porque tenemos el mismo eco en
lo hondo, que nos empuja hacia Él.
Esta canción viral, como otras de
Hakuna Group Music, ha llegado al corazón de muchas personas que se han
conmovido al escucharla y no han parado de compartirla en sus redes sociales.
Te invito a escucharla y a rezar la letra. Para que, cuando vuelvas a sentir
que Dios no te escucha o te sientas solo, recuerdes que ese grito que
brotará desde tu garganta como un huracán no solo le llega, sino que Él está
allí contigo a tu lado gritando también.
Por último, respondiendo a la
pregunta del inicio: ¿Cómo Hakuna logró esto…? No fue Hakuna. Fue Dios.
* Fotografía de portada proveída
por @jjmartesco
Carla Restoy
Fuente: Catholic Link