Cada 8 de septiembre, fiesta de la Natividad de la Virgen María, los fieles en Jerusalén se dirigen a la gruta donde la tradición indica que nació la Madre de Dios, luego de un largo sufrimiento de sus padres
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| "El Nacimiento de la Virgen" del artista Erasmus Quellinus II. Crédito: Dominio Público |
En los Evangelios no se habla
mucho de la Virgen María, pero varios detalles que se conocen de ella, incluso
el nombre de sus papás, Joaquín y Ana, provienen del Protoevangelio de
Santiago, un escrito apócrifo del siglo 2 que la tradición de la Iglesia, la
Custodia de Tierra Santa y el Vaticano usan como referencia.
Cuenta el pequeño libro que
Joaquín y Ana no podían concebir un hijo. Al no tener descendencia, se le negó
a Joaquín que entregue primero su ofrenda en el templo y se fue desconsolado a
ayunar al desierto. De
acuerdo al franciscano Fray Stephane Milovitcz, Responsable de bienes
culturales de la Custodia de Tierra Santa, el padre de la Virgen María “era
sacerdote”.
Mientras tanto Ana lloraba afligida y oraba para que el Señor se apiadara de ellos.
“Un ángel del Señor apareció, y
le dijo: Ana, Ana, el Señor ha escuchado y atendido tu súplica. Concebirás, y
parirás, y se hablará de tu progenitura en toda la tierra. Y Ana dijo: Tan
cierto como el Señor, mi Dios, vive, si yo doy a luz un hijo, sea varón, sea
hembra, lo llevaré como ofrenda al Señor, mi Dios, y permanecerá a su servicio
todos los días de su vida”, describe el protoevangelio.
Luego, unos mensajeros le dijeron
a Ana que a su esposo también se le había aparecido un ángel para decirle que
ella concebirá un bebé. Joaquín, quien era muy rico, lleno de felicidad mandó
preparar ofrendas para el Señor y fue recibido con alegría por su esposa.
“Los meses de Ana se cumplieron,
y, al noveno, dio a luz. Y preguntó a la partera: ¿Qué he parido? La partera
contestó: Una niña. Y Ana repuso: Mi alma se ha glorificado en este día. Y
acostó a la niña en su cama. Y, transcurridos los días legales, Ana se lavó,
dio el pecho a la niña, y la llamó María”, señala el protoevangelio.
Según la tradición, la Virgen
nació en las inmediaciones del templo de Jerusalén, junto a la piscina
probática, donde años después Jesús sanaría milagrosamente a un paralítico. Se
dice que en el lugar del nacimiento de María vivían sus papás.
Hoy en ese lugar se eleva un
templo llamado Iglesia de Santa Ana, donde hay una gruta subterránea con un
ícono del nacimiento de la Madre de Dios, y que sería el lugar exacto donde Ana
dio a luz.
Por Abel Camasca
Fuente: ACI Prensa






