El obispo de Orihuela-Alicante alentó a imitar la firmeza y coherencia de los primeros cristianos
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| Monseñor Munilla |
En
plena ofensiva del Gobierno para "silenciar y ocultar la Verdad"
intentando eliminar las vigilias de oración provida, 40 Días por la Vida lleva tres semanas rezando de manera
ininterrumpida ante los abortorios de toda España con miles de
voluntarios. No tienen miedo a las amenazas, saben cómo deben
realizar las campañas y, sobre todo, lo hacen sin temer las
consecuencias.
Y si lo hacen es, en parte, siguiendo
las directrices de ánimo y firmeza que les transmitió el obispo de
Orihuela-Alicante, José Ignacio Munilla, durante la celebración de su primer
congreso internacional en Madrid.
Presentado por la coordinadora
nacional de la agrupación, Nayeli
Rodríguez, e inaugurado por su responsable internacional, Tomislav Cunovic, Munilla
desarrolló los motivos por los que considera que el movimiento provida está
llamado a ser "piedra de toque", "mártires de la Verdad" y
"remedio a la dictadura del relativismo" a través de X lecciones
magistrales.
1º "Ser mártires de la coherencia"
Tras un diagnóstico de la situación en
la que ya "ni siquiera se niegan las grandes verdades [debido al
relativismo]" y donde el mundo "se construye desde el deseo y no
desde la moral objetiva", Munilla destacó que la alternativa debe ser
"el martirio de la coherencia".
En un discurso plagado de alusiones y
comparaciones al martirio de los primeros cristianos, extrajo de todos ellos
que su testimonio en vida fue "con los hechos y las obras": "No lo hicieron solo con palabras
bonitas, sino que con su sangre corroboraron que lo que decían era
verdad y creían en ello".
Por ello, instó a los fieles y
especialmente a los católicos que se dedican a la defensa de la vida a
enfrentar "el verdadero martirio" de la causa provida "con una vida íntegra que confiese con
sus obras, palabras y pensamientos".
2º "Ser
instrumentos de la verdad objetiva"
En este sentido, advirtió de la
importancia de que, teniendo en cuenta las dimensiones y consecuencias que está
cobrando la batalla por la vida, la defensa de la "Verdad objetiva" se hace
inseparable del martirio y la coherencia.
"Cuando uno da testimonio, es
testigo de `una´ verdad y no de `la mía´ o `la tuya´. Hay una verdad, somos hijos de ella y estamos llamados
a dar testimonio, de que hay valores tan grandes, objetivos e innegociables que
no se pueden regatear", explicó refiriéndose al matrimonio, la vida no
nacida, los últimos días de un enfermo o la objeción de conciencia.
Defender esto, dijo, "puede
resultar muy fuerte y contracultural en esta dictadura del relativismo" y
una de las acusaciones que recibirán será la de "creerse en posesión de la
verdad. Pero es al revés", explicó: "Hay una verdad y ojala que sea ella la que nos
posea y quiera servirse de nosotros. Tiene un rostro, se ha encarnado y se
llama Jesús".
3º
"Convertir la vida a la Verdad en lugar de acomodarla"
Tras diagnosticar la negación
posmoderna de la moral objetiva, alentó al movimiento provida a "ser
consciente de su tarea", precisamente "el martirio de la verdad y el
testimonio de que esta existe".
En este aspecto, llamó a los fieles a
no creerse ni callar ante acusaciones como "si tu religión te lo prohíbe,
no abortes".
Un planteamiento que responde a
algunas corrientes surgidas del posmodernismo relativista que como "la ética de situación",
según la cual "las cosas son buenas o malas en función de la situación en que se
encuentre" o la "moral
de proporción", que afirma que "lo importante es lo fundamental,
y si [generalmente] te has abierto a la vida, la decisión de que [un hijo] no
nazca" sería justificable.
"Esto no es así", zanjó:
"Estamos llamados a no
acomodar la verdad moral a la conveniencia de mi vida, sino a convertir mi
vida ante la verdad y existen cosas que son intrínsecamente malas, en toda
situación, momento y circunstancia".
4º Un
llamado a ser la "piedra de toque" contra el "punto medio"
Así, cifró la aportación fundamental
del movimiento provida en "la sanación del relativismo en el seno de la
propia Iglesia católica", especialmente en lo que al respecto aporta
"la batalla contra el aborto".
"En ella no cabe punto medio. Esa es la
gran contribución de la causa provida frente a la pretensión de
construir una ética a nuestra medida. Entre matar y respetar la vida no hay
punto medio", sentenció.
Si bien Munilla destacó la magnitud
del gigante del aborto,
afirmó que tiene "los pies de barro de la mentira y la falsedad" y
que, si se enfrenta a un movimiento provida basado en Dios y la verdad,
"tendrá los días
contados".
"Dios dirige los hilos de la
historia y la causa provida formará parte de esa piedra de toque para que caiga
el gigante. La sola
presencia del movimiento provida resulta insoportable porque es
imposible acallar la conciencia", afirmó.
5º Imitar a
los primeros cristianos: no temer el martirio
Asimismo, instó al centenar de
asistentes al congreso a que todo cristiano "debe estar preparado", y
si bien "es necesario que se anuncie el Evangelio a los pueblos",
también este "está lleno de expresiones que nos deben hacer caer en la
cuenta del deber de vivir
la vocación martirial: `Os entregarán a los tribunales, seréis azotados en
la sinagoga por mi causa… el Evangelio habla de ser testigos, mártires´.
Citando la Exhortación al
martirio de Orígenes, Munilla remarcó la necesidad de mostrar
valor y de "estar
preparados" para esta realidad, poniendo en valor como modelo a imitar
la firmeza de las primeras
comunidades cristianas ante el martirio, pues si está "la
esperanza cristiana de que este mundo será diferente", esta "tiene el
precio de la confesión de fe".
6º Conocer
las formas en que seduce el demonio
Si bien remarcó que ante aquellas
circunstancias "era difícil mundanizarse", las de ahora son otras,
más sutiles, que hacen necesario conocer las dos formas en que "ataca el
mundo a los seguidores de Cristo", dijo citando a San Agustín.
"Los halaga para seducirlos o los atemoriza para doblegarlos.
La mayoría caen en la primera, hace una componenda con el mundo y es fácilmente
seducida y mundanizada. Y si haces una encuesta preguntando si se cree que hay
que estar en contra del aborto en todos los casos, pues dirán que alguna
excepción habrá que hacer", afirmó.
Pero esta, dijo, no es la única vía y
"cuando la primera no lo consigue, el mundo lo intenta metiendo miedo, acallando, con
líos mediáticos y amedrentando. O te mundanizo o, si no, te voy a amedrentar. Ojalá nos toque esta segunda,
porque será signo de que hemos resistido a la primera. Y el que no sea
perseguido, que se lo haga ver y cuide de no estar ante la primera".
7º Y si
llega el martirio, acoger la gracia y mantenerse firmes
Tras citar las últimas palabras de
Oscar Romero, obispo martirizado de El Salvador, Munilla afirmó que si Dios
concede "la gracia del martirio", el deber es "acogerla, ser firmes y entregarnos
a Él".
"Todos los que integráis el
movimiento provida estáis haciendo una labor de la que nos somos conscientes. Ofreceros a Dios
para llevar su designio adelante en una verdad plena que nos hará libres. No
tengamos miedo a la Verdad, porque la verdad, el amor, la misericordia o la
justicia son sinónimos en Dios. Os deseo que cumpláis esta vocación",
concluyó el obispo.
José María Carrera
Fuente: ReL






