«Si crees que el yoga es mero ejercicio, no tienes ni idea de lo que es», dice Jenny duBay
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Hacer yoga siempre tiene una significación espiritual pagana. Foto: José Vázquez / Unsplash. |
Concebir el yoga como
un ejercicio exclusivamente físico es un grave error. Jenny duBay sabe
de lo que habla cuando hace esta afirmación, porque lo practicaba y tiene el
título de entrenadora certificada. Actualmente está preparando un libro sobre
la violencia intrafamiliar, de la que fue víctima. Y es colaboradora en medios
de comunicación católicos, como Missio Dei, donde acaba de escribir
sobre el yoga como práctica espiritual.
Por qué los católicos no
deben practicar yoga
El yoga es una forma de ejercicio, concretamente de estiramiento y
respiración profunda para aliviar la ansiedad y el estrés. Es bueno para el cuerpo. Y muy bueno para
calmar la mente.
No parece peligroso, ¿verdad?
Bueno... Si eso es lo que realmente es el yoga, entonces no. No
hay nada de malo en estirar
el cuerpo y practicar respiraciones profundas y relajantes para calmar
el sistema nervioso. Después de todo, nuestros cuerpos son templo del Espíritu
Santo (1 Cor 6,19). Es estupendo cuidar de nosotros mismos. Especialmente en
tiempos de mucho estrés y trauma, el autocuidado es esencial.
El problema es que el yoga es una espiritualidad pagana oriental. Y es una
puerta abierta a espiritualidades alternativas.
Abre una
puerta y... cuidado.
No se puede separar el yoga de las energías espirituales
inherentes a su práctica. Practicar yoga sin incorporar la espiritualidad
pagana oriental a la rutina no
puede llamarse realmente "yoga". En este caso, la persona se
limita a estirar y respirar.
El yoga se menciona por primera vez en el Rig Veda (uno de los
cuatro textos sagrados canónicos del hinduismo), que data de alrededor del año 1000 a.C.
Incorpora y entrelaza prácticas de respiración (pranayama)
con meditación, mantras, asanas (las
posturas físicas) y mudras.
En caso de que no esté seguro de lo que es un mudra y piense que
no está participando activamente en la espiritualidad hindú cuando practica
yoga, un mudra es un gesto
simbólico sagrado de la mano diseñado para "profundizar en la
propia práctica y despertar el poder de lo divino", según la popular
revista Yoga Journal. Así que
sí, incluso la forma de colocar las manos en una postura de yoga tiene un
componente espiritual.
Es un error común en el mundo occidental creer que el yoga
consiste en las posturas físicas y la respiración profunda, y nada más. He
sacado este tema varias veces en Twitter e invariablemente he recibido las mismas
percepciones erróneas: personas que me critican por afirmar que el yoga es espiritual y los
católicos deben evitarlo. Afirman que soy una tonta estrecha de miras y una
ignorante por sugerir siquiera tal cosa. Estas personas afirman que el yoga es
saludable para el cuerpo y que no tiene nada de malo.
Hacen esta falsa afirmación porque han sido imbuidos por la
interpretación occidental de una espiritualidad oriental. Ven el yoga
desde su perspectiva aislada sin molestarse en comprender sus profundas raíces
espirituales, y los
dioses, diosas, energías y espíritus que se entrelazan en su práctica.
Fue en los siglos comprendidos entre el 500 a.C. y el 800 d.C.
cuando el yoga comenzó a ganar popularidad. Buda, que vivió entre los siglos VI y IV a.C., desarrolló el sendero óctuple, una práctica
espiritual que hoy se considera precursora del Yoga Sadhana (práctica espiritual diaria). El objetivo
es centrarse en el control
de la mente, poniendo el cuerpo físico y la conciencia bajo un estricto
control para experimentar el "nirvana".
En otras palabras, en lugar de centrar la mente en Cristo, el objetivo es
centrarse exclusivamente en el
yo interior.
Humm. Eso suena un
poco egoísta. Y deja la puerta abierta para que entren todo tipo de males,
empezando por el pecado
original, el del orgullo.
Cuando el espíritu
inmundo sale del hombre, anda vagando por lugares áridos en busca de
reposo y no lo encuentra. Entonces dice: "Volveré a mi casa de donde
salí". Y al volver la encuentra deshabitada, barrida y arreglada. Entonces
va y toma consigo otros siete espíritus peores que él y se mete a habitar allí;
y el final de aquel hombre resulta peor que el comienzo (Mateo 12, 43-45).
Aunque crecí siendo
católica, me alejé de la Iglesia durante
nueve tristes y oscuros años. Durante ese tiempo, me involucré en una variedad
de espiritualidades peligrosas; incluso llegué a obtener una licenciatura en
teología interreligiosa. (Desde entonces me he redimido obteniendo una
licenciatura en teología católica). También asistí a un curso de formación de
profesores de yoga para convertirme en instructora de yoga certificada.
He aprendido muchas cosas. Por ejemplo, que el yoga no consiste en
las asanas (posturas físicas). El yoga es mucho más que eso.
Y es peligroso.
Los movimientos corporales del yoga tienen una importancia relativamente menor en su
práctica, tanto si la persona que cree que "solo hace ejercicio" se
da cuenta de ello como si no. Es cierto que en el mundo occidental, el yoga se
ha enrevesado y contorsionado hasta el punto de que la gente piensa que es solo
estiramiento, pero tristemente están siendo engañados por la oscuridad que se envuelve en
una falsa aura de luz (2 Cor 11,14).
El yoga es, ante todo, una espiritualidad. Si no te das cuenta o no lo reconoces,
si crees que el yoga es mero ejercicio, no tienes ni idea de lo que es el yoga.
Y te estás preparando para una caída.
Si se practica auténticamente el yoga, se practica por defecto la
espiritualidad hindú y se
honra a dioses y diosas falsos. Deidades como el elefante Ganesha o la
temible y demoníaca Kali forman parte de la rutina del yoga y de sus diversas
asanas, mudras y mentalidades interiores, te des cuenta o no.
"El yoga no es un régimen de ejercicios. Los ocho miembros
del yoga proporcionan una
forma de vida espiritual diseñada para unirnos con la totalidad de la
existencia. En Occidente se tiende a centrar la atención en una sola rama del
yoga, las asanas o posturas. Esta ciencia milenaria va mucho más allá de los
meros aspectos físicos, al profundizar en la conexión entre la mente, el cuerpo
y lo más importante, el espíritu. El aspecto espiritual del yoga puede ayudar a
los yoguis a desarrollar la integración del ser interior, así como la unidad con la Conciencia Suprema.
Y todo comienza con
el cuerpo y las asanas o posturas" (The Himalayan Yoga
Institute).
¿Realmente quieres conectar con la "Conciencia Suprema"?
¿Qué significa eso? ¿A quién estás invocando? Aunque sea de buena voluntad y
con buenas intenciones, es
fácil invocar a espíritus malignos, como demuestra la filosofía yóguica.
"Conciencia Suprema" no significa más que un engaño en el mejor de
los casos, y una apertura
a las fuerzas demoníacas en el peor.
No vayas allí.
No lo hagas.
La popular revista Yoga Journal nunca escatima en
promover la espiritualidad del yoga. "El yoga es mucho más que una simple
asana. Este camino también puede llevarte a un viaje interior para encontrar tu
verdadero Ser". Sin embargo, ¿cómo puedes encontrar tu "verdadero yo" si eliminas
al verdadero Dios mediante prácticas paganas?
No se puede. Es imposible. Solo estarás abriendo puertas que nunca deberían existir en primer
lugar.
Esta es otra pregunta que me hacen con frecuencia:
"¿Significa eso que los católicos no pueden hacer estiramientos?".
Respuesta: no, por supuesto que no.
Me estiro todo el tiempo. De hecho, todos los días. Soy una profesional del fitness,
alguien que ha hecho de la salud y el bienestar su carrera. En 1999 fundé una
empresa llamada Advanced Workouts, un negocio que vendí en 2015
para poder escribir a
tiempo completo y estudiar teología. Sin embargo, durante esos dieciséis
años proporcioné consultas de fitness,
impartí clases en varios gimnasios, vendí entrenamientos y equipos para el
hogar, y me convertí en un consultora nutricional certificada. Y, como he
mencionado antes, incluso me involucré tanto en el yoga que me inscribí en un
extenso curso para convertirme en instructora.
En otras palabras, conozco la salud. Sé cómo cuidar mi cuerpo -que es el templo del Espíritu
Santo (1 Cor 6,19)- y cómo ayudar a otros a aprender a valorar el don físico
que Dios les ha dado.
Esto significa que también sé de yoga. Y de estiramientos. Y la diferencia crucial entre
ambos.
"El yoga se originó en la antigua India como una forma de
práctica religiosa que luego se convirtió en su propia escuela teológica. Se
considera una de las seis
principales escuelas ortodoxas del hinduismo. El yoga, como escuela
teológica hindú, se considera una forma de misticismo, pero tiene los mismos
objetivos que cualquier escuela o tradición del hinduismo. Los yoguis, o
practicantes de yoga, tienen como objetivo obtener moksha o
la liberación del
sufrimiento del samsara, el ciclo de
nacimiento, muerte y renacimiento que está en el centro del hinduismo" (Stephanie Hertzenberg, Beliefnet).
Los católicos pueden y deben estirar su cuerpo. Hay muchas
técnicas y movimientos de estiramiento que ayudan a mejorar la flexibilidad, a
liberar la tensión muscular después de un entrenamiento intenso y a promover la
relajación. No es
necesario dedicarse a la práctica del yoga para obtener estos beneficios.
No pienses que estás practicando yoga simplemente porque estiras
los músculos de los muslos o los cuádriceps, te retuerces para lubricar la
columna vertebral o te arqueas hacia delante para aliviar el dolor de tu cuerpo
después de una dura rutina de abdominales.
No invites
involuntariamente a los espíritus malignos a entrar donde realmente
no los quieres.
Por favor, haz que el ejercicio sea una parte regular de tu vida.
Y después de una rutina dura, los estiramientos son imprescindibles. Si quieres
respirar profundamente para calmar los nervios de la ansiedad, no dudes en
hacerlo; después de todo, Dios creó tus pulmones. Respira profunda y
tranquilamente, mientras rezas interiormente en el nombre de Jesús.
No hay nada malo en esto, porque no es yoga. El yoga no tiene derechos de autor
sobre la respiración profunda y los estiramientos. Darse cuenta de la
diferencia es crucial.
Aunque la desintegración de las verdaderas raíces espirituales y
culturales del yoga puede atenuar el riesgo de practicar este tipo de
espiritualidad pagana, de ninguna manera lo elimina. Recuerda que el mal se disfraza de luz (2
Cor 11,14). Recuerda también que quienes practican una versión diluida de la
espiritualidad de otra cultura se están exponiendo abiertamente a las raíces
originales de su adoración
a un dios falso y al paganismo.
No vayas allí. Simplemente no lo hagas. Algunas puertas no deberían abrirse nunca.
Traducción de Verbum Caro.
Fuente: ReL