El Directorio de piedad popular del Vaticano ofrece algunas ideas sobre cómo apoyar a las mujeres y a los no nacidos en la fiesta de los Santos Inocentes
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| Peter Paul Rubens | Public Domain |
La
Iglesia recuerda a los Santos Inocentes asesinados por Herodes el 28 de
diciembre, convirtiéndolo también en un día especial de recuerdo de todos los
niños que sufren en el mundo.
El Directorio
sobre piedad popular y liturgia del Vaticano
detalla algunas ideas para honrar a los no nacidos y apoyar a las mujeres
embarazadas en este día.
Primero el Directorio recuerda el acontecimiento que se
recuerda el 28 de diciembre.
«Desde el
final del siglo VI, la Iglesia celebra el 28 de diciembre la memoria de los
niños a los que mató el ciego furor de Herodes por causa de Jesús (cfr. Mt
2,16-17). La tradición litúrgica los llama «Santos Inocentes» y los considera
mártires.
A lo largo de los siglos, en el arte,
en la poesía y en la piedad popular, los sentimientos de ternura y de simpatía
han rodeado la memoria de este «pequeño rebaño de corderos inmolados»;
a estos sentimientos se ha unido siempre la indignación por la violencia con
que fueron arrancados de las manos de sus madres y entregados a la muerte».
Luego,
el Directorio ofrece
algunas sugerencias para observar esta fiesta.
«En nuestros
días los niños padecen todavía innumerables formas de violencia, que
atentan contra su vida, dignidad, moralidad y derecho a la educación.
Hay que tener presente en este día la
innumerable multitud de niños no nacidos y asesinados al amparo de las leyes
que permiten el aborto, un crimen abominable.
La piedad popular, atenta a los
problemas concretos, en no pocos lugares ha dado vida a manifestaciones de culto
y a formas de caridad
como la asistencia
a las madres embarazadas, la adopción de los niños e impulsar su educación».
Todos
los crímenes contra los niños se pueden recordar este día, implorando a Dios
que extienda su justicia y misericordia sobre el mundo.
En medio de la temporada navideña, el 28 de diciembre sigue siendo
un día de alegría y tristeza. Un día que recuerda el misterioso plan de Dios
que muchas veces nos resulta difícil de comprender.
Philip Kosloski
Fuente: Aleteia






