Fray Nelson Medina, conocido sacerdote dominico que realiza un amplio apostolado en redes sociales, explicó por qué el 28 de diciembre, día en que la Iglesia Católica recuerda a los Santos Inocentes, no debe ser ocasión para bromas o chistes
![]() |
| Matanza de los santos inocentes. Crédito: José Luiz Bernardes Ribeiro (CC BY-SA 4.0) |
Los Santos Inocentes son todos
los niños mártires, menores de dos años, que fueron asesinados por orden del
Rey Herodes, quien de ese modo quería eliminar al Niño Jesús nacido en Belén.
En declaraciones a ACI Prensa,
Fray Nelson propuso tres criterios a tener en cuenta para la reflexión.
1. El humor es bueno
“El buen humor es un ingrediente
importante de nuestra vida, para nuestra salud mental y nuestra relación con
otras personas”, indicó el también Doctor en Teología Fundamental.
2. No todo es objeto de humor o chiste
Sin embargo, “no todo es objeto
de humor o de chiste. Efectivamente, allí donde hay injusticia, crueldad no hay
espacio para el humor”, precisó.
“Pensemos en tantas tragedias que
acontecen en nuestros días y nuestro tiempo, por ejemplo el Holocausto. Creo
que todos estaremos de acuerdo en que no es correcto hacer chistes de tanto
dolor, tanta crueldad y tanta injusticia que se dio en aquella época”, afirmó
el sacerdote.
Fray Nelson indicó a ACI Prensa
que “si recordamos en los Evangelios qué fue lo que sucedió cuando murieron
aquellos niños inocentes, entendemos que igualmente hubo una espantosa
crueldad, que está claramente mostrada en la pena de muerte para estos
pequeñitos”.
“Hay una terrible injusticia,
porque no se tuvo en cuenta el derecho a la vida de ellos ni tampoco los
reclamos ni las lágrimas de sus mamás y papás. Eso ya nos enseña que la matanza
de aquellos inocentes no es objeto de chistes o humor”, destacó.
3. La matanza de niños sigue en
nuestros días
Fray Nelson lamentó luego que “la
matanza de inocentes continúa en nuestro tiempo de muchas maneras, incluso si
pensamos en los niños”.
“Hay niños que mueren de hambre,
hay niños que mueren de enfermedades que se hubieran podido prevenir
perfectamente”, continuó.
“Y sobre todo tenemos el caso de
tantos niños y niñas que son asesinados antes de nacer” por medio del aborto,
denunció el sacerdote dominico.
Por eso, concluyó, “el 28 de
diciembre no debería ser ocasión de superficialidad o de banalidad, sino más
bien de agradecer a Dios por el testimonio de estos pequeños mártires; y de
reflexionar sobre el inmenso valor de la vida humana”.
Por Walter Sánchez Silva
Fuente: ACI Prensa






