“Nos hemos dado cuenta de que la familia humana, amenazada por la guerra, corre un peligro mayor: la falta de voluntad para construir la paz”, añadió el Santo Padre
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| Imagen referencial/Papa Francisco. Crédito: Daniel Ibáñez/ACI Prensa |
El Papa Francisco dijo hoy que “utilizar las armas para resolver
los conflictos es un signo de debilidad y fragilidad” y aseguró que, por el
contrario, “negociar,
mediar y conciliar requiere valor”.
En un discurso dirigido a los miembros del grupo francés “Líderes
por la paz”, reunidos en el Vaticano, el Papa Francisco dijo que esta valentía
supone “no sentirse superior a los demás; la valentía de abordar las causas del
conflicto, abandonando intereses y designios de hegemonía”.
“La valentía de superar la categoría de enemigo, para convertirse
en constructores de la fraternidad universal, que encuentra la fuerza en la
diversidad y la unidad en las aspiraciones comunes a cada persona”, dijo a
continuación.
Para el Papa Francisco, ser un “líder por la paz” en el momento que atravesamos “es una gran responsabilidad y no sólo un compromiso”.
“Nos hemos dado cuenta de que la familia humana, amenazada por la guerra, corre un peligro mayor: la
falta de voluntad para construir la paz”, añadió el Santo
Padre.
En este sentido, el Papa explicó que, ante la guerra, “silenciar
las armas es el primer paso, pero luego hay que reconstruir el presente y el
futuro de la convivencia, las instituciones, las estructuras y los
servicios”.
“La paz requiere formas de reconciliación, valores compartidos e
-imprescindible- vías de educación y formación”, defendió.
A continuación, dijo a los presentes que “la construcción de la paz nos pide
ser creativos, superar, si es necesario, los esquemas
habituales de las relaciones internacionales”, y al mismo tiempo “oponernos a
quienes utilizan la fuerza”.
“El sufrimiento de la población, la destrucción indiscriminada de
estructuras civiles, la violación del principio de humanidad no son ‘efectos
secundarios’ de la guerra, son crímenes internacionales”, aclaró el Papa.
Más tarde, el Santo Padre dijo que “se requiere el valor de trabajar juntos ante el desafío de
los últimos que exigen no una paz teórica, sino una esperanza de vida”.
“Construir la paz significa iniciar y sostener procesos de
desarrollo para erradicar la pobreza, vencer el hambre, garantizar la salud y
los cuidados, salvaguardar la casa común, promover los derechos fundamentales y
superar la discriminación determinada por la movilidad humana”, señaló.
Para el Papa Francisco, sólo entonces “la paz será sinónimo de
dignidad para cada uno de nuestros hermanos y hermanas”.
Por Almudena Martínez-Bordiú
Fuente: ACI Prensa






