Al dirigir el rezo del Ángelus este domingo 12 de febrero, el Papa Francisco alentó a cumplir los mandamientos de Dios como hijos de Dios Padre y no como “siervos de un ‘dios amo’”
![]() |
| El Papa Francisco en el rezo del Ángelus. Foto: Vatican Media |
“Los mandamientos que Dios nos ha
dado no deben encerrarse en las cajas fuertes asfixiantes de la
observancia formal, pues de lo contrario nos quedamos en una religiosidad
externa y una religiosidad desapegada, siervos de un ‘dios amo’ en lugar de
hijos de Dios Padre”, afirmó.
Así lo indicó al reflexionar en
el pasaje
del Evangelio de San Mateo en el que Jesús señala: “No piensen que he
venido a abolir la Ley o los Profetas; no he venido a abolir, sino a dar
cumplimiento”.
De este modo, el Papa describió
que las Sagradas Escrituras dicen “'no matarás', pero para Jesús esto no le
basta si luego se hiere a los hermanos con las palabras”.
La Biblia dice “'no cometerás
adulterio', pero esto no basta si luego se vive un amor salpicado por la doblez
y la falsedad”.
Además, el Papa Francisco destacó
que “la Escritura dice ‘no jurarás en falso’, pero no basta hacer un juramento
solemne si luego se actúa con hipocresía”.
En este sentido, el Santo Padre
señaló que “el mensaje es claro: Dios nos ama primero, gratuitamente, dando
el primer paso hacia nosotros sin que lo merezcamos” y por ello “nosotros no
podemos celebrar su amor sin dar a nuestra vez el primer paso para
reconciliarnos con quienes nos han herido”.
“En otras palabras, Jesús
nos hace comprender que las reglas religiosas son útiles, las reglas
religiosas son buenas, pero son solo el inicio: para darles cumplimiento, es
necesario ir más allá de la letra y vivir su sentido”, indicó.
En esta línea, el Papa exhortó a
no permanecer en “la observancia formal, que se conforma con el mínimo
indispensable”, ya que “Jesús nos invita al máximo posible”.
“Dios no razona con cálculos y
tablas; Él nos ama como un enamorado: ¡no hasta el mínimo, sino hasta el
máximo!”, añadió.
Por último, el Santo Padre invitó
a preguntarnos: “¿Cómo vivo mi fe? ¿Es una cuestión de cálculo, de
formalismo, o es una historia de amor con Dios? ¿Me conformo con no hacer
el mal, con mantener ‘la fachada’, o intento crecer en el amor a Dios y a los
demás?”.
“Que María, que observó
perfectamente la Palabra de Dios, nos ayude a dar cumplimiento a nuestra fe y a
nuestra caridad”, concluyó el Papa Francisco.
Por Mercedes de la Torre
Fuente: ACI Prensa






