El Prelado censura que “se subraya el derecho de la madre a eliminar a su hijo en el seno materno y no se tiene en cuenta el derecho del que va a nacer; la vida se desprecia y se elimina violentamente, hasta llegar a considerarlo un derecho progresista”
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| Imagen referencial. Crédito: Cathopic |
El Obispo de Córdoba (España),
Mons. Demetrio Fernández, reflexiona en su carta semanal sobre el misterio de
la Anunciación y la Encarnación que se celebran este sábado y denuncia que en
nuestro entorno “la vida se desprecia y se elimina violentamente” con el aborto
y con la eutanasia.
Mons. Fernández comienza su texto
subrayando que el misterio de la Encarnación del Verbo nos habla de la vida de
Aquel “que constituye el centro de la historia humana, que divide la historia
en un antes y un después, antes de Cristo y después de Cristo”.
Asimismo, explica que esta
“persona que viene al mundo ya existía desde siempre”, y es junto con el Padre
y el Espíritu Santo, la segunda Persona de la Santísima Trinidad.
Pero siendo fiesta del Señor,
también “es fiesta de María, porque uno y otro van juntos siempre”, de tal
forma que la Encarnación y la Anunciación “son perspectivas complementarias” en
las que está muy presente el “misterio de la vida”, señala el Obispo de
Córdoba.
Por eso cada 25 de marzo se
celebra en España la Jornada por la Vida, que este año se realiza bajo el lema
“Contigo por la vida, siempre”. No obstante, denuncia Mons. Fernández,
“continúa el chorro de abortos a diario en nuestro entorno”.
El Prelado censura que “se
subraya el derecho de la madre a eliminar a su hijo en el seno materno y no se
tiene en cuenta el derecho del que va a nacer; la vida se desprecia y se
elimina violentamente, hasta llegar a considerarlo un derecho progresista”.
Sin embargo, añade el obispo, “no
puede haber progreso cuando incluye la matanza de miles, de millones de
inocentes”. Por eso, anima a estar atentos y salir “al encuentro de personas
tentadas al aborto. Es una profunda desgracia de nuestro tiempo”.
Mons. Fernández también llama a
defender “la vida de tantos refugiados inmigrantes”, al tiempo que pone el foco
sobre el crecimiento exponencial de los suicidios en España, en especial entre
los jóvenes.
No faltan algunas palabras suyas
para hacer presente “la vida de tantas personas en su etapa final, para las que
no hay cuidados paliativos, sino eliminación por la vía de la eutanasia legal”.
“El hombre es capaz de amar la
vida si admite a Dios en su vida. Si no cuenta con Dios, la vida propia y ajena
se degrada y se devalúa”, concluye Mons. Demetrio Fernández.
Por Nicolás de Cárdenas
Fuente: ACI Prensa






