“Permanecer con el Señor”, el fundamento del sacerdocio
El Papa y los seminaritas de la diócesis de Calabria, Italia
La mañana de este lunes, 27 de marzo, el Santo
Padre recibió en audiencia a los Obispos de la Conferencia Episcopal calabrese,
junto a los Rectores, Padres espirituales, formadores y seminaristas del
seminario de Calabria, región ubicada al sur de Italia. A ellos, el Pontífice
los animó a “permanecer con el Señor y hacer de Él, el fundamento de su
formación y de su ministerio sacerdotal”.
¿Qué buscan? La pregunta que Jesús
dirige a sus dos primeros discípulos, en el Evangelio de Juan (1,38), cuando se
da cuenta de que le siguen, fue el centro del discurso que el Papa Francisco
dirigió a los Obispos de la Conferencia Episcopal calabrese, junto a los
Rectores, Padres espirituales, formadores y seminaristas de Calabria, región
ubicada al sur de Italia, a quienes recibió en audiencia la mañana de este
lunes, 27 de marzo, en la Sala del Consistorio del Vaticano.
Hijos de la antigua civilización griega
Al saludar a los Rectores, los
Padres espirituales y Formadores, el Santo Padre les agradeció por haber
organizado esta peregrinación a Roma, y los alentó a seguir adelante en esta
importante tarea que se les ha confiado, y que requiere el esfuerzo cotidiano
del acompañamiento y del discernimiento. Asimismo, el Pontífice destacó que,
“son hijos de la antigua civilización griega y que aún hoy custodian tesoros
culturales y espirituales que unen Oriente y Occidente”.
“Homero, en la Odisea, narra que
Ulises, hacia el final de su viaje, desembarcó en una franja de tierra desde la
que podía admirar la belleza de dos mares. Esto me trae a la mente su tierra,
una joya enclavada entre los mares Tirreno y Jónico. Y también brilla como
lugar de espiritualidad, ostentando importantes santuarios, figuras de santos y
ermitaños, así como la presencia de la comunidad greco-bizantina. Sin embargo,
este patrimonio religioso correría el riesgo de quedarse sólo en un bello
pasado que admirar, si no existiera todavía, por su parte, un renovado compromiso
común para promover la evangelización y la formación sacerdotal”.
“Permanecer
con el Señor”, el fundamento del sacerdocio
Al destacar el lema elegido para el
acompañamiento de los seminaristas durante este año, que ha sido tomado del
Evangelio de Juan: "Se quedaron con Él" (Jn 1,39), el Papa Francisco
dijo que, este lema es el fundamento de todo el ministerio sacerdotal.
“Se refiere a los primeros
discípulos que siguieron a Jesús y nos recuerda que éste es el fundamento de
todo: permanecer con el Señor y hacer de Él el fundamento de nuestro
ministerio; de lo contrario, buscaremos por encima de todo a nosotros mismos y,
aunque nos dediquemos a cosas aparentemente buenas, será para llenar el vacío
que llevamos dentro. Así rezaba un ilustre personaje de su tierra, el Siervo de
Dios Casiodoro: "Precipita a la ruina todo lo que se aparta del amor de tu
majestad. Amarte es salvarse [...] haberte perdido es morir' (CASSIODORO, De
anima, XVIII). Y esta es su vocación, hacer el camino con el Señor, el amor del
Señor. Y tengan cuidado de no caer en el arribismo que es una plaga, es una de
las formas más feas de mundanidad que podemos tener los clérigos, el
arribismo”.
Seminaristas:
¿Qué buscan en el Sacerdocio?
Sin embargo, el Santo Padre les
propuso una reflexión que se basa en la pregunta inicial que Jesús hace a los
dos discípulos cuando se da cuenta de que le siguen: "¿Qué buscan?"
(v. 38). Una pregunta, afirmó el Papa, que nos invita a mirar dentro de
nosotros mismos, y a verificar las razones de nuestro camino. Dirigiéndose a
los seminaristas, el Santo Padre les preguntó: ¿qué buscan? ¿Cuál es el deseo
que los ha impulsado a salir al encuentro del Señor y a seguirle por el camino
del sacerdocio? ¿Qué buscan en el Seminario? ¿Y qué buscas en el sacerdocio?
“Es necesario que nos lo
preguntemos, porque a veces sucede que ‘detrás de las apariencias de
religiosidad e incluso de amor a la Iglesia’, buscamos en realidad ‘la gloria
humana y el bienestar personal’. Es muy triste cuando encuentras sacerdotes que
son funcionarios, que se han olvidado de ser pastores del pueblo y se han convertido
en clérigos de estado, como los de las cortes francesas, monsieur l'Abbé, eran
clérigos de estado, es malo cuando se pierde el sentido sacerdotal; tal vez
buscamos el ministerio sacerdotal como un refugio tras el que escondernos o un
papel con el que ganar prestigio, en lugar de desear ser pastores con el mismo
corazón compasivo y misericordioso de Cristo”.
El Papa Francisco les dirigió esta
pregunta con las mismas palabras de uno de sus "Anuarios": ¿quieren
ser sacerdotes clérigos incapaces de amasar la arcilla de la humanidad que
sufre, o quieren ser como Jesús, signo de la ternura del Padre?
“Recordemos esto, el Seminario es
el momento de hacer verdad con nosotros mismos, dejando caer las máscaras, los
trucos y las apariencias. Y en este proceso de discernimiento, dejen trabajar
al Señor, que hará de ustedes pastores según su corazón porque lo contrario es
enmascararse, el maquillaje, aparentar es propio de los funcionarios no de los
pastores del pueblo sino de los clérigos de estado”.
Obispos: ¿Qué
figura de sacerdote imaginan para su pueblo?
Asimismo, el Santo Padre dirigió la
pregunta de Jesús a sus hermanos Obispos, los que están en primera línea, los
que son responsables de la formación: ¿qué buscan? ¿Qué desean para el futuro
de su tierra, qué Iglesia sueñan? ¿Y qué figura de sacerdote imaginan para su
pueblo? Invitándolos al discernimiento que hoy es más necesario que nunca, se
ha abierto ante nosotros una nueva estación eclesial, que ha exigido y exige
reflexionar también sobre la figura y el ministerio del sacerdote.
“Ya no podemos pensar en él como un
pastor solitario, encerrado en el recinto parroquial; necesitamos aunar
esfuerzos y poner en común ideas, para afrontar ciertos retos pastorales que
ahora son transversales a todas las Iglesias diocesanas de una Región. Pienso
en la evangelización de los jóvenes; en los itinerarios de iniciación
cristiana; en la piedad popular, que necesita opciones unitarias inspiradas en
el Evangelio; pero pienso también en las exigencias de la caridad y en la
promoción de una cultura de la legalidad”.
Cultivar una
visión común del territorio
Y al pedirles que hagan una opción
clara sobre la formación sacerdotal, el Papa Francisco les dijo que, todo esto
exige la formación de sacerdotes que, aun procediendo de sus propios contextos,
sepan cultivar una visión común del territorio y tengan una formación humana,
espiritual y teológica unitaria.
“Orientar todas las energías
humanas, espirituales y teológicas hacia un único seminario. No se trata de una
opción logística o meramente numérica, sino orientada a madurar juntos una
visión eclesial y un horizonte de vida sacerdotal, en lugar de dispersar las
fuerzas multiplicando los lugares de formación y manteniendo pequeñas
realidades con pocos seminaristas”.
Un seminario a
medida humana
Por ello, el Pontífice señaló que,
necesitamos pequeñas comunidades incluso dentro de un gran seminario o de un
seminario a medida humana que sean entonces un reflejo del colegio presbiteral.
“Es un discernimiento que no es
fácil de hacer, nada fácil. Pero hay que hacerlo y hay que tomar decisiones al
respecto. Roma no les dirá lo que deben hacer, no: porque tienen el carisma.
Nosotros damos las ideas, las orientaciones, los consejos, pero ustedes tienen
el carisma, tienen el Espíritu Santo para esto. Si Roma empezara a tomar
decisiones sería una bofetada al Espíritu Santo, que actúa en las Iglesias
particulares”.
No impedir que
la novedad del Espíritu trace caminos
En este proceso, explicó el Papa
Francisco, es natural que haya cierta resistencia y cierto cansancio al dar
este paso. Pero recordemos que el apego a nuestra historia y a los lugares
significativos de nuestra tradición no debe impedir que la novedad del Espíritu
trace caminos, sobre todo cuando el camino de la Iglesia lo requiere.
“El Señor nos pide una actitud de
vigilancia, para que no nos suceda ‘como en los días de Noé’, cuando la gente,
empeñada en seguir como siempre, no se dio cuenta de que se acercaba el
diluvio. Necesitamos ojos abiertos y corazones atentos para captar los signos
de los tiempos y mirar hacia adelante. Recomiendo, a todos, no sólo a los
Obispos, recomiendo discernir lo que el Espíritu Santo quiere para sus Iglesias.
Y esto lo tienen que hacer los obispos, la decisión, pero lo tienen que hacer
todos para decir a los obispos lo que sienten y cómo, las ideas... Es todo el
cuerpo de la diócesis el que tiene que ayudar al obispo en este discernimiento.
Luego él (ella) asume la responsabilidad de la decisión”.
Aprender a
despedirse
Y a los Obispos eméritos, el Santo
Padre los animó a que no dejen de apoyar en el silencio y en la oración este
proceso. Digo en silencio y oración porque, cuando un pastor ha concluido su mandato,
emerge su perfil espiritual y el modo en que ha servido a la Iglesia.
“Quien es emérito está llamado a
servir con gratitud a la Iglesia de una manera acorde con su estatus. Y no es
fácil despedirse, todo el mundo nos pide (quiere) un esfuerzo para despedirse.
Escribí una carta sobre el tema que empezaba con estas palabras: ‘Aprender a
despedirse’, sin volver a husmear, aprende a despedirte y a mantener esa
presencia ausente, esa presencia lejana que sabes que está ahí el emérito, pero
reza por la Iglesia, está cerca pero no entra en el juego. No es fácil. Es una
gracia del Espíritu aprender a despedirse”.
Sigan el
camino de San Francisco de Paula
Esta visita coincidió con el
nacimiento de su Santo patrón, San Francisco de Paula, el 27 de marzo de 1416.
En su lecho de muerte, recordó el Papa, el santo dijo a sus hermanos que no
tenía ningún tesoro que dejar y les exhortó: "Ámense los unos a los otros
y hagan todas sus cosas con caridad".
“Esto es lo que Calabria espera de
ustedes: que todo se haga en la caridad, en la unidad, en la fraternidad. Y una
cosa que me gustaría decir: estén atentos con los tribunales porque ahí nace
mucha corrupción. Tengan cuidado... tengan cuidado. Cuidado con los tribunales.
Y que haya también un cambio en los tribunales”.
Caminar juntos
en la formación
Antes de despedirse, el Papa
Francisco les agradeció por la visita y los animó a ser, para su tierra,
fermento del Evangelio y signo vivo de esperanza. Además, los alentó a caminar
juntos en el proceso de formación, pero juntos, no aislados en pequeños grupos.
“Esta palabra
‘juntos’ es el mensaje, cómo caminar juntos lo ven; pero juntos no aislados, no
como tribus diferentes, no, juntos, juntos de la manera que elijan. Sean
valientes en esta decisión, sean valientes. Una cosa que me llama la atención
cuando estoy aquí en Roma, sobre todo cuando tengo que ir al aeropuerto, es
pasar por esas casas de formación que en un tiempo -hablo de (los) años 60, 70
quizás, pero antes, 60-, el tiempo en que florecían las vocaciones, las grandes
casas de formación, ¡hoy todas vacías! Es difícil, hacer un estilo de formación
que esté siempre vivo y que no dependa de lo externo sino de la fuerza del
Espíritu Santo y sobre esto tomar decisiones con valentía, con coraje”.
Vatican News