El Papa Francisco saludó este sábado a los miembros de la Fundación Madre Esperanza de Talavera de la Reina, de Toledo (España), al cumplir 50 años al servicio de las personas con discapacidad intelectual y de sus familias
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| Papa Francisco saluda a los miembros de la Fundación Madre Esperanza de Talavera de la Reina. Crédito: Vatican Media |
“Me alegra mucho que estén hoy
aquí y que puedan compartir conmigo y juntos la fiesta de la Resurrección del
Señor. Una fiesta que se prolonga y que todavía celebramos, en esta vigilia del
Domingo de la Misericordia. Sé que ustedes también tienen otro motivo para
celebrar, nada menos que 50 años unidos para trabajar y crecer juntos. Y esto
es algo muy hermoso”, expresó al Santo Padre a los asistentes reunidos en el
Palacio Apostólico Vaticano.
La fundación, nacida en 1973,
busca mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual y
de sus familias, desde una visión católica.
La institución cuenta con un
centro de desarrollo infantil y atención temprana, un centro educativo y
centros ocupacionales o de empleo. También ofrece servicios de capacitación, de
vivienda, recreación, entre otros.
En su discurso del sábado, el
Pontífice resaltó el Vía Crucis que la fundación organiza cada año, en el que
llevan la imagen de Jesús Cautivo, un Cristo que tiene las manos atadas y una
cruz bordada en un pequeño escapulario.
“Jesús se viste así para que nos
demos cuenta de que muchos hermanos y hermanas que están a nuestro lado no se
sienten capaces de hacer las cosas como los demás, y creen que tienen las manos
atadas. Pero esto no es verdad, todos juntos, con Jesús, podemos hacer muchas
cosas buenas”, comentó el Papa Francisco.
En ese sentido, el Santo Padre
les aseguró que ellos representan “las manos de Jesús, cuando trabajan unidos”.
“Son también sus pies, su voz, su
Corazón, cuando salen a compartir con los demás la alegría de haberlo
encontrado. ¿Y cómo? Dando gracias a Dios por sus papás, por sus hermanos, por
sus maestros, por sus sacerdotes, por todas las personas que los quieren a
ustedes”, continuó.
La cruz bordada de la imagen del
Cristo, indicó, “los invita a soñar con la resurrección”.
“Y nuestra cruz —es decir, el
esfuerzo, la paciencia, la fatiga— tiene como resultado una hermosa obra de
arte, llena de color y de esperanza, que prendida en nuestro corazón nos da la
fuerza y nos anima a seguir adelante”, prosiguió.
Finalmente, el Papa Francisco
invitó a que esa esperanza sea el propósito para los siguientes 50 años de la
Fundación Madre Esperanza de Talavera de la Reina.
“Trabajar unidos y agradecer
llenos de gozo porque Jesús nos ha elegido para esta gran misión”, concluyó.
Por Fernando López Marina
Fuente: ACI Prensa






