La Resurrección del Señor es el misterio central de la fe de los cristianos. A lo largo de los siglos, diferentes santos se han pronunciado sobre el momento que marca el paso de la muerte a la vida
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San Juan Pablo II | Crédito: Vatican Media |
Con estos mensajes conmovedores
escritos por grandes santos de la Iglesia, te proponemos vivir con profundidad
esta Pascua.
San Agustín
1. “En Pascua, nombre hebreo que
significa ‘paso’, no sólo recordamos la muerte y resurrección del Señor, sino
que también nosotros pasamos de la muerte a vida… La Iglesia, cuerpo de Cristo,
aguarda a participar definitivamente en la victoria sobre la muerte, triunfo
manifestado ya en la resurrección corporal de nuestro Señor, Jesucristo”. (Carta 55, 2).
2. “Pues no hubiese resucitado de
no haber muerto, y no hubiese muerto si no hubiese nacido; por esto el hecho de
nacer y morir existió en función de la resurrección (…). Cristo el Señor, en el
hecho de nacer y de morir, tenía la mirada puesta en la resurrección; en ella
estableció los límites de nuestra fe. Nuestra raza, es decir, la raza humana,
conocía dos cosas: el nacer y el morir. Para enseñarnos lo que no conocíamos,
tomó lo que conocíamos”. (Sermón 229 H, 1)
3. “Si se elimina la fe en la
resurrección, perecen todas las enseñanzas cristianas… Si los muertos no
resucitan, no tenemos esperanza de una vida futura; pero si los muertos
resucitan, habrá una vida futura”. (Sermón 361,2, 2)
San Juan Pablo II
4. “Si esta misión a veces os
puede parecer difícil, recordad las palabras del Resucitado: ‘Yo estoy con
vosotros todos los días, hasta el fin del mundo’ (Mt 28,20). Convencidos de su
presencia, no temeréis entonces ninguna dificultad ni obstáculo alguno. Su
Palabra os iluminará; su Cuerpo y su Sangre serán vuestro alimento y apoyo en
el camino cotidiano hacia la eternidad”. (10 de abril de 2004)
5. “María nos guía en el
conocimiento de los misterios del Señor: y del mismo modo que en Ella y con
Ella comprendemos el sentido de la cruz, así también en Ella y con Ella
llegamos a captar el significado de la resurrección, saboreando la alegría que
dimana de esta experiencia”. (10 de abril de 1983)
Santo Tomás de Aquino
6. “Cristo probó su resurrección
de tres maneras: por la vista: ‘Ved mis manos y mis pies’ (Lc 34, 39); por el
tacto, por lo cual continúa: palpad y ved, que el espíritu no tiene carne; por
el gusto: ‘Mas como aún no le acabasen de creer y estuviesen maravillados de
gozo, les dijo: ¿Tenéis aquí algo de comer?’ (Ibíd. 41)”. (Meditaciones de Cuaresma, Semana Santa y Tiempo Pascual)
San Pablo VI
7. “La resurrección de Cristo no
es solo su triunfo personal, sino también el principio de nuestra salvación y
por tanto de nuestra resurrección. Lo es ahora, como liberación de la primera y
fatal causa de nuestra muerte, que es el pecado, desprendimiento de la única y
verdadera fuente de vida, que es Dios (Cf. Rm 4, 25; 6, 11); es como
prenda de nuestra futura resurrección corporal, salvos como somos, en la
esperanza que no desfallece (Rom 8, 24), para el último día, para la vida
que no conoce fin (I. 6, 49 y siguientes). (30 de marzo de 1975)
San Juan XXIII
8. “Nuestra Pascua es, pues, para
todos un morir al pecado, a las pasiones, al odio, a las enemistades, a todo lo
que es fuente de desequilibrio, amargura y tormento en el orden espiritual y
material. Esta muerte es, de hecho, solo el primer paso hacia una meta
superior: ya que nuestra Pascua es también un misterio de vida”. (Homilía de 1959)
Por Diego López Marina
Fuente: ACI Prensa