Rafael Vázquez, director de la Subcomisión Episcopal de Relaciones Intercofesionales, explica que pese a las discrepancias, "ambas Iglesias mantienen un diálogo ecuménico muy rico"
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Ecclesia |
“De las principales
diferencias entre la Iglesia anglicana y la Iglesia católica romana, ya
que hay que destacar que ellos también se consideran católicos, es
que se trata de una iglesia nacional, ellos se llaman la iglesia católica en
Inglaterra, de ahí el nombre de anglicanos”. Así
lo explica para Ecclesia, Rafael
Vázquez, director de la Subcomisión Episcopal de Relaciones Interconfesionales y
Diálogo Interreligioso de la CEE.
“Es verdad que las diferencias surgen por la discrepancia entre Enrique
VIII y el Papa a causa de la no concesión de la nulidad del
matrimonio con Catalina
de Aragón, pero también es cierto que las ideas de las iglesias
reformadas y luteranas van entrando en Inglaterra y esto hace que no solo se
trate de la nulidad sino también de la separación
doctrinal de una Iglesia que van entrando ideas de la reforma frente al
catolicismo”.
En aquel momento la cabeza de la Iglesia pasa a ser el rey, “algo
que era algo muy propio de las ideas de la reforma.
Después el rey es una cabeza representativa pero quien realmente se encarga de
los asuntos religiosos en la iglesia anglicana es el arzobispo de Canterbury
frente a nuestras iglesias que no son nacionales y cuya cabeza es el Papa como
un líder espiritual, sucesor de Pedro”.
Las
principales diferencias
La primacía del Papa:
mientras la Iglesia Católica Romana tiene al Papa como el que preside a todas
las iglesias, la Iglesia Anglicana considera al rey o reina de Inglaterra como
su máximo representante de Dios en el mundo.
Los sacramentos: la
Iglesia Católica expone que hay siete sacramentos, mientras que los anglicanos,
al principio, solo se consideraba al bautismo y la comunión como sacramentos.
Con el tiempo se fueron anexando más, pero hoy en día todos, no importa tu
estado o religión, pueden comulgar.
El sacerdocio: ara
los católicos, el sacerdocio es solo para los hombres, y ellos no se pueden
casar. Para los anglicanos, el sacerdocio es tanto para el hombre como para la
mujer, y ellos sí se pueden casar.
La Liturgia: el
ritual católico usa muchos libros para su desarrollo: Misal, Breviario, Ritual
y el Pontificio. Desde 1549, los anglicanos solo usan el “Libro de Oración
Común”.
La Virgen María: tanto
para los católicos como para los anglicanos ella es venerada como la Madre de
Dios. Sin embargo, los
anglicanos no guardan los dogmas de la Inmaculada y la Asunción, que son
propios de los católicos.
La
situación actual de la Iglesia de Inglaterra
“En cuanto a la situación actual de la Iglesia de Inglaterra,
hay dos tendencias: La
Iglesia alta, muy pro católica incluso en cuanto a su doctrina, y la tendencia
más reformada dentro de la Iglesia Anglicana”,
explica Vázquez.
“Esto hace que dentro de la Iglesia anglicana haya cierta
tensión entre aquellos que representan a la Iglesia más pro católica y aquellos
que representan a una Iglesia más pro reformal”, aclara. No obstante, “en
si, estas iglesias son muy libres, se mueven en un estilo muy sinodal”.
El máximo organismo de sinodalidad es la Conferencia
de Lambeth: una reunión internacional de obispos anglicanos. La
conferencia analiza asuntos de la iglesia y el mundo, así como la misión global
de la Comunión Anglicana para la próxima década.
El
ecumenismo
Pese a estas diferencias, el director de la subcomisión asegura
que ambas Iglesias “mantienen
un diálogo ecuménico desde finales del Concilio Vaticano II que ha hecho que
las relaciones se estrechen bastante, que se hayan llegado a puntos de acuerdo,
incluso doctrinales y que se siga trabajando en esta línea, por lo que han surgido
unos documentos teológicos muy ricos”.
El grupo de trabajo mixto se llama ARCIC Anglican Roman Catholic
International Commission. “Hay
un momento muy significativo en el comienzo del diálogo, sucedió en cuando el
papa Pablo VI le entregó su anillo episcopal al arzobispo de Canterbury Michael
Ramsey, en el primer encuentro entre ambos líderes en 1966”.
Posteriormente, en 2016, el Papa Francisco y
el arzobispo de Canterbury, Justin
Welby, se reunieron en el Vaticano. El encuentro privado fue cálido,
cordial, incluso divertido a pesar de las limitaciones propias del idioma.
El Papa recordó que ese encuentro es fruto del que se realizó
por los predecesores de ambos. Y señaló tres palabras que pueden inspirar a la
hora de afrontar el camino de la unidad: oración, testimonio y misión. Por
su parte, el primado anglicano entregó al Papa un regalo muy especial: su
propia cruz pectoral. Un simbólico gesto entre las dos Iglesias.
Por Sara de la Torre
Fuente: Ecclesia