Trigésimo primer día: Oraciones a la Santísima Virgen
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Aciprensa |
Memorare
"Acordaos, oh, piadosísima
Virgen María!, que jamás se ha oído decir, que ninguno de los que han acudido a
vuestra protección implorando tu auxilio, haya sido desamparado. Animado por
esta confianza, a Vos acudo, Madre, Virgen de las vírgenes, y gimiendo bajo el
peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante Vos. Madre de Dios, no
desechéis mis súplicas, antes bien, escuchadlas y acogedlas benignamente.
Amén."
Sub tuum
El Padre Bernard, apodado el
pobre sacerdote, era uno de los más fieles servidores de María. Creía deberle
su conversión y su vocación al estado eclesiástico. La llamaba siempre su buena
made. Había hecho imprimir en varios idiomas una oración de san Bernardo: el
Memorare. Distribuyó durante su vida 200,000 ejemplares, y por medio de esta
oración, operó una infinidad de cosas maravillosas.
Recitemos estas oraciones
frecuentemente y con fervor, la Santísima Virgen nos tomará bajo su poderosa y
maternal protección.
Consagración a la Santísima
Virgen compuesta por san Luis Gonzaga
Fuente: ACI Prensa