El Papa Francisco lamentó que la violencia sexual como consecuencia de las guerras sea “una realidad extendida” e instó a denunciar “este crimen vergonzoso”
Imagen referencial del Papa Francisco. Crédito: Daniel Ibáñez/ACI Prensa |
El Santo Padre
condenó la violencia sexual como arma de guerra en un tuit publicado este
lunes 19 de junio a través de su perfil oficial de Twitter.
En el mensaje,
puntualiza que “es preciso denunciar este crimen vergonzoso y no cansarse nunca
de decir no a la guerra, no a la violencia”.
Asimismo, en un
segundo tuit, el Pontífice se dirige a los supervivientes de las agresiones
sexuales en los conflictos y a cada persona herida por esta tragedia: “Aunque
los violentos os traten como objetos, el Señor mira vuestra dignidad y os dice
a cada uno: ‘Tú eres precioso a mis ojos, eres digno de estima y te amo’ (Is
43,4)”.
El Santo Padre
condenó este hecho después de que la Organización de las Naciones Unidas (ONU)
denunciara las violaciones masivas a mujeres inmersas en la guerra en
Sudán, que enfrenta desde abril de 2023 al ejército y las Fuerzas de Apoyo
Rápido (FAR).
Según informó
la agencia AFP, la mayoría de las supervivientes dicen haber sido violadas por
hombres de las FAR, especialmente en Jartum y en la región de Darfur.
Asimismo, desde
que comenzó la guerra en Ucrania en febrero de 2022 se han registrado numerosos
casos de violencia sexual contra las mujeres y niñas de las zonas
invadidas por el ejército ruso.
El término
“violencia sexual relacionada con el conflicto” se refiere, según un informe de
la ONU, a la “violación, la esclavitud sexual, la prostitución forzada,
embarazo forzado, aborto forzado, esterilización forzada, matrimonio forzado y
cualquier otra forma de violencia sexual de gravedad comparable vinculada
(directa o indirectamente) a un conflicto”.
Un informe del Consejo de Seguridad de la ONU publicado
en 2021 especifica que la creciente desigualdad, los desplazamientos por las
guerras, la mayor militarización, la reducción del espacio cívico y la
circulación ilícita de armas agravan la violencia sexual generalizada.
Por Almudena Martínez-Bordiú
Fuente: ACI Prensa