El filósofo español advierte de cómo esta «terrible amenaza» ha permeado en sectores de la fe
Black Lives Matter es la plasmación woke del arrepentimiento sin perdón y de la eliminación de Dios para sustituirle por hombres idolatrados. |
En
una de sus últimas entrevistas, el pensador español Miguel Ángel Quintana Paz analizaba en profundidad las
implicaciones y los orígenes
de la doctrina de la cancelación, más conocida como "woke". Se
trata de un movimiento que cobró especial fuerza a raíz de los altercados
desarrollados principalmente en Estados Unidos e Hispanoamérica como parte de
las guerras culturales y las revueltas de Black Lives Matter.
En su desarrollo, los vestigios del
pasado provincial -en el caso de Hispanoamérica-, colonialista o vinculados a
la religión fueron vandalizados o cancelados,
lo que se extendió rápidamente a todo el ámbito cultural, académico o
mediático: desde entonces se promocionan
tendencias supuestamente victimizadas en la historia al mismo tiempo
que se bloquean o silencian
a todas aquellas voces discordantes con la nueva visión de la historia
y la integración forzada de esos "colectivos".
Aunque a veces es presentado como una
fase más de la llamada Batalla
Cultural, la corriente woke es mucho más que eso. Dentro de la
creciente convicción de que se trata de una pugna también espiritual, Quintana Paz, la
contempla como un gran "desafío" que amenaza con acabar con los
restos de la "Civilización Cristiana" mediante su
"torsión". Y explica que no son pocos los que encuentran en ella un origen protestante claramente
definido.
"Lo que ahora vivimos, más que
una sustitución global que anule todo lo anterior es realmente una torsión,
manipulación y tergiversación de lo que ya teníamos, la Civilización
Cristiana", explica.
La
cancelación, ¿una derivada del catolicismo?
Esto último es especialmente relevante
de cara a comprender la "dificultad" de combatir esta nueva embestida
contraria a la fe, pues incluso desde el catolicismo hay quien lo contempla como "la conclusión lógica" de
su credo. Después de todo, ¿no es el perdón y la compasión hacia el
sufriente una de las bases de la doctrina de Jesucristo y su Iglesia?
Frente a las otras civilizaciones
mundiales a lo largo de la historia, el filósofo español menciona que la Cristiandad se distinguía de
ellas por su forma de "mirar a las víctimas", cuyo sufrimiento no
se explica por "un castigo o merecimiento", que convierte al que
sufre "en una especie de paria".
El mismo Jesús "se enfrentó a esta visión", explica
Quintana Paz, y su vida es la plasmación del sufrimiento en "el más
inocente de los hombres" que rompe la lógica de las otras civilizaciones.
La víctima, dice, "no es alguien despreciable, todos deben ser atendidos y
esa es la manera de entender del cristianismo".
"Quitar
a Dios de la ecuación": una secta, una manipulación y una ideología
Y aquí es donde entra la ideología woke como torsión de la fe. El
wokismo o progresismo actual "intenta efectuar un cambio de civilización
recogiendo del cristianismo la idea de centrarse en las víctimas" pero
generando una víctima que victimiza. "No es necesaria una víctima
individual, sino [tan solo una persona] que pertenezca a un colectivo
victimizado", explica.
Así, frente a la posibilidad católica
del perdón y acogida a la víctima, el wokismo "quita a Dios de la ecuación" y las
"víctimas" quieren "convertirse en nuevos ídolos",
que ya no son "los fuertes, sabios o poderosos, sino los que hasta ahora
han estado en el otro lado y quieren pasar a ser los capaces de vengarse.
Porque donde no hay
perdón, hay venganza", menciona.
Esta realidad se ha mostrado en las
calles durante los últimos años: se difunde la máxima negrolegendaria de que San Junípero Serra esclavizó
y exterminó indígenas hace 3 siglos y hoy, los hijos de los indígenas que
realmente no exterminó se arrogan la categoría de víctimas que se
"vengan" de Junípero vandalizando sus monumentos e imponiendo un discurso
ajeno a la fuente y realidad histórica.
Algo curioso es que aunque lo woke
desata cada vez más sus purgas de forma indiscriminada, hay un elemento
que nunca deja de ser el
blanco de todos los ataques y es todo lo que se desprende de la acción
evangelizadora de la Iglesia y
la Civilización Cristiana.
Quintana Paz se refiere a esa
"torsión de la Cristiandad" centrada en "un perdón sin
Dios" que es el wokismo como una nueva "herejía".
El
Unitarismo y la cancelación
De hecho, se hace eco de otros expertos
en la materia como Curtis Yarvin que
han llegado a situar en la "Iglesia"
Unitaria Universalista los orígenes ideológicos de la cancelación. Fundados
en 1961, los unitarios universalistas son el resultado de la fusión de la
organización Universalista de América, surgida en 1793, y la Asociación
Unitaria, de 1825.
Yarvin solo sería uno de los cada vez
más críticos con la doctrina woke que encuentran en ella "la enésima
herejía o mensaje protestante" que "quita a Dios de la ecuación" como también lo hace el
culto Unitario Universalista.
Sin tener nada en contra de esta agrupación
"religiosa con poco de lo divino", Quintana Paz explica que
quienes forman parte de la misma "pueden pertenecer creyendo en Dios o no, con una fe u otra. Tiene un
dios a medias y puedes creer o no creer".
Lo cierto es que nada de lo que dice
el filósofo es de "cosecha propia" u opinión, ni "el inmenso relativismo"
que reina y propugna esta facción de orígenes protestantes ni los buenos ojos con
los que contempla el movimiento
woke y de cancelación, como se aprecia en su portal.
"Somos personas de todas las edades, orígenes y
creencias, curiosos y compasivos", afirma la página web del
Universalismo Unitario, compuesto por siete principios. Entre ellos, la
"compasión en las relaciones humanas" o la "búsqueda libre de la
verdad" que, a su juicio, se encuentra en seis fuentes. "La maravilla trascendente afirmada
en todas las culturas, la sabiduría de las religiones del mundo o las
enseñanzas espirituales de tradiciones
centradas en la tierra que celebran el círculo sagrado de la
vida" son algunas de ellas.
Una
"terrible amenaza" para la Iglesia que empieza a calar en ella
Antes de concluir, Quintana Paz hace
un llamamiento para prevenir a "un grupo de la cristiandad" que lejos de ser
conscientes de la amenaza de la cancelación y lo woke, "no lo capta como
una torsión del cristianismo, sino como una derivada": "Les parece
que Constantino o los Reyes Católicos son figuras todavía muy opresivas que
llevan el nombre de cristianos pero que en realidad no lo son. Los verdaderos cristianos son
ellos, que han entendido a Black Lives Matter y al movimiento LGTB".