El sacerdote mexicano P. Héctor Ramírez, iniciador del apostolado Mater Fátima, detalla siete misiones que recibió la Iglesia que peregrina en Portugal que pueden ser aprovechadas por quienes acuden a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ)
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| Imagen de la Virgen de Fátima. Crédito: Érica Viana / Cathopic |
Como contexto a este momento, el
P. Ramírez destaca, en conversación con ACI Prensa, que la nación lusa
estaba unida a Jesús y María por dos gestos de fe de sus reyes. Alfonso I,
considerado fundador de Portugal, “tuvo una visión de Nuestro Señor”, recuerda
el presbítero, y consagró el país a Jesús. Siglos después, Juan IV “entrega la
corona del Rey, la pone a los pies de la Virgen María”.
En este sentido, el presbítero
considera que “Portugal es un país privilegiado”, porque las autoridades
civiles “le entregaron estas tierras a Jesús primero y después a María”.
Así, en el momento de las
apariciones, “Portugal era un país católico”. Sin embargo, “estaba siendo muy
atacado por la masonería”. Como ejemplo, el P. Ramírez recuerda que el alcalde
de Urén, “que era masón, secuestra a los pastorcitos de Fátima” haciéndoles
creer que los va a llevar a la aparición prevista el 13 de agosto de 1917, que
finalmente tuvo lugar el día 19.
En este contexto, es posible
enunciar una serie de misiones encomendadas a Portugal que el P. Ramírez
entiende que pueden ser acogidas como propias por los participantes en la JMJ
Lisboa 2023.
1. Custodiar la fe
“La Virgen no especificó, pero da
a entender que algunos países perderán la fe”, explica el experto. Sin embargo,
de Portugal dijo que esto no sucedería y, “por lo tanto, serían custodios de la
fe”.
El P. Ramírez añade que sor
Lucía, vidente de Fátima, explicó que esta misión de preservar la fe estaría
vigente “si no aprueban el divorcio, el aborto y la eutanasia”.
2. Consagración a María
Dentro del impulso a la devoción
al Inmaculado Corazón de la Virgen, en Fátima se indican algunas prácticas muy
concretas. “La primera es la consagración”. En este sentido, el presbítero
recuerda que no se realizó respecto de Rusia “en el momento en que fue pedido y
por eso las consecuencias históricas han sido atroces”.
De ello se infiere, continúa,
“que estamos llamados también a consagrarnos al Corazón Inmaculado de María
para que nos lleve al Sagrado Corazón de Jesús”.
3. Comunión reparadora
La segunda práctica relacionada con la devoción al Inmaculado Corazón es “la Comunión reparadora de los primeros cinco sábados de mes seguidos”, explica el P. Ramírez.
Esta misión transmitida por la Virgen
en Fátima fue confirmada “estando sor Lucía en España”,
recuerda.
Tanto la consagración como la
Comunión reparadora son las dos condiciones expuestas por la Virgen “para traer
la paz al mundo”, añade el sacerdote.
4. Santo Rosario diario
La petición de rezar el Rosario a
diario fue “la única cosa que repitió seis veces” la Virgen María ante los
pastorcitos, quien además solicitó “de forma especial que se pidiera por la
paz”.
5. Rezar por el Papa
La quinta misión que emana de las
apariciones en Fátima y que puede ser acogida por los peregrinos de la JMJ provenientes
de todo el mundo es “rescatar el amor al Santo Padre” de la misma manera que
hicieron los pastorcitos, en especial Santa Jacinta.
6. Orar por las almas del
purgatorio
El P. Héctor Ramirez se detiene
en la oración que la Virgen pidió
que se recitara después de cada decena del Santo Rosario que,
explica, “está mal rezada”, al menos en español, por la traducción más
extendida.
La primera parte “Oh, Jesús mío,
perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno” se refiere a una
petición por los vivos. “¿Quién se puede condenar? Pues el que está vivo”,
subraya.
En su continuación, solemos decir
“y lleva al Cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu
Divina Misericordia”. Según expone el P. Ramírez, en el original portugués se
usa la palabra alminha, “que son las almas del purgatorio”.
7. Contemplar la Eucaristía
Para el P. Ramírez, Fátima es
“una invitación a la contemplación, especialmente en la Eucaristía. San
Francisco Marto pasaba mucho tiempo en adoración”, afirma el sacerdote.
Por Nicolás de Cárdenas
Fuente: ACI Prensa






