El recuerdo de una anécdota vinculada a la Virgen de Cuapa en 1986, pero que hace «ruido» cuando se recuerda la decisión del régimen de Daniel Ortega de expulsar a las Misioneras de la Caridad del país centroamericano en 2022
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| Jyotiai | Shutterstock |
Cuapa o San Francisco de
Cuapa. Aquí el nombre de un pequeño municipio de Chontales ubicado a poco
más de 150 kilómetros de la capital Managua. Curiosamente, este nombre que
proviene de una lengua originaria se compone en dos partes (Cua-Pa). Tal cual
indican algunas reseñas, su significado etimológico sería el siguiente: «Encima
de la Serpiente».
Es ese sitio de Nicaragua el que
se vincula a la Virgen de Cuapa, una advocación mariana que despierta gran
devoción en el país centroamericano (hasta hace recordar aquel mensaje
profético de la Virgen aplastando la serpiente).
Pero es precisamente ese lugar,
devenido en santuario, el que también recibió una visita especial en noviembre
de 1986: nada más ni nada menos que de Madre Teresa de Calcuta,
actualmente reconocida como santa.
«Caminó descalza y rezó por la
paz»
El encargado de recordar la
visita de Madre Teresa fue el propio Santuario Diocesano Virgen María de Cuapa a través de
sus redes sociales en septiembre de 2021. Lo hizo de la siguiente manera:
«En 1986 tuvimos la dicha de
tener a la hoy Santa Madre Teresa de Calcuta en su primer y único viaje en
Nicaragua.
También visitó el Santuario de
nuestra Madre en Cuapa donde la Santísima Virgen María apareció en 1980 a un
humilde Sacristán años después ordenado sacerdote Pbro Bernardo Martínez de
feliz memoria.
La Madre Teresa, expresando la
santidad de ese lugar quito sus sandalias y caminó descalza. Oró ahí santa
Teresa de Calcuta por la Paz de Nicaragua.
En el encuentro de la Madre
Teresa con Bernardo; la santa Madre transcribió el relato de las apariciones de
la misma voz de Bernardo. Palabra por palabra».
Un recuerdo que hace «ruido» hoy
En 2022 generó conmoción el
anuncio de la disolución de la Asociación de Misioneras de la Caridad de
Santa Teresa de Calcuta en Nicaragua. La decisión del régimen de Daniel Ortega
y Rosario Murillo finalmente había sido aprobada previamente, junto a otras
organizaciones sin fines de lucro, con carácter urgente por los diputados
sandinistas en la Asamblea Nacional.
Es por esto que aquella visita de Madre
Teresa a Nicaragua, que transcurrió en el marco del Congreso Eucarístico
Internacional convocado por la Iglesia encabezada cardenal Miguel Obando y
Bravo, cobra relevancia también hoy en días cargados de persecución y
hostigamiento hacia la Iglesia (asedio que incluyó a las propias
religiosas Misioneras de la Caridad en 2022).
El gesto de las sandalias y
oración de Madre Teresa en un tiempo donde ya gobernaba (por primera vez)
Ortega en una década marcada por la guerra civil, no hace más que
confirmar la vigencia de la necesidad de paz en el país centroamericano.
Madre Teresa rezó por la paz
frente a la Virgen de Cuapa. Seguramente lo siga haciendo hoy desde el
cielo intercediendo por sus hijas expulsadas en aquella ocasión. Pero también
por aquellos que quedan desprotegidos sin el amor de sus obras y lo mismo por
las personas que se han convertido en víctimas de tanta violencia.
Virgen de Cuapa
Cuapa es sinónimo de la Virgen
María en Nicaragua. Pues en ese lugar tuvieron lugar a partir del año 1980
una serie de apariciones marianas (cinco) con aprobación eclesiástica.
Uno de los protagonistas es Bernardo
Martínez, un humilde campesino que luego de ir a pescar al río se recostó un
instante en un árbol tras lo cual. Aquella primera aparición fue constatada el 8
de mayo de 1980. El primer mensaje de la Virgen, recogido por diversas,
reseñas, señala:
«Quiero que recen el Rosario
todos los días. No quiero que lo recen solamente en el mes de mayo. Quiero que
lo recen permanentemente, en familia, desde los niños que tengan uso de razón…
que lo recen en una hora fija cuando ya no haya problemas con los quehaceres
del hogar» (ver corazones.org).
Pero también: «Nicaragua ha
sufrido mucho desde el terremoto y va a sufrir mucho más; continuarán sufriendo
si no cambian».
Bernardo, amante del Rosario
El padre Edwin Román recordó
a Aleteia que fue el obispo auxiliar de Managua en ese entonces,
monseñor Bosco Vivas, quien autorizó publicar el relato de las apariciones
de la Virgen María que tuvieron lugar desde el 8 de mayo al 13 de octubre de
1980.
Pero también ofreció su
testimonio a Aleteia acerca del vidente Bernardo, a quien llegó a
conocer.
«Lo pude conocer en el seminario
menor cuando llegó a refugiarse por la persecución que estaba llevando el
régimen sandinista a la Iglesia católica por esos años también. Bernardo luego
llegó a ser sacerdote por pocos años. Un campesino humilde, amante del Rosario
y de buenos sentimientos», dijo a Aleteia.
El 13 de enero de 2013 el lugar
donde se apareció la Virgen de Cuapa fue declarado santuario nacional. Sucedió
33 años después de aquel primer gran acontecimiento. El obispo de Juigalpa de
aquel entonces, monseñor Sócrates René Sándigo, declaró lo siguiente:
«No pensamos que viniesen tantos,
han venido de todas partes de Nicaragua lo cual nos causa mucha alegría.
Teníamos que compartir esta alegría con toda Nicaragua, que sea pues,
glorificado el nombre del Señor y honrada la memoria de la Virgen María, bajo
este que es oficialmente, a partir de hoy (domingo), Santuario de la Virgen de
Cuapa».
Pablo Cesio
Fuente: Aleteia






