Entre todos los símbolos y enigmas del Apocalipsis, el que genera más confusión y discusión entre profanos y curiosos es el llamado "número de la Bestia"
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El Nuevo Testamento está formado por un conjunto de 27 libros que contienen
información sobre la vida y las enseñanzas de Jesucristo. Estos libros se
componen de narraciones, cartas, relatos sobre la formación de las primeras
Iglesias, actividades apostólicas, enseñanzas e instrucciones sobre cuestiones
a las que se enfrentaban las comunidades de la época y, sobre todo, el relato
de la vida, ministerio, muerte y resurrección de Jesús.
Entre los 27 libros, uno destaca por su peculiar característica: el último
libro del Nuevo Testamento se diferencia en que no presenta acontecimientos o
cuestiones teológicas vividas por los primeros cristianos, sino que describe
acontecimientos futuros experimentados en visiones proféticas.
El temido Apocalipsis
Conocido como el Apocalipsis, este libro fue escrito por San Juan durante
su exilio en la isla de Patmos y es un género literario escrito en lenguaje
simbólico y enigmático, con visiones proféticas de acontecimientos futuros,
como la venida de Jesucristo, el Juicio Final, etc.
De todos los símbolos y enigmas del Apocalipsis, el que genera más
confusión y discusión entre profanos y curiosos es el llamado «número de la
Bestia»:
«… de manera que nadie podía comprar o vender, si no llevaba marcado el
nombre de la Bestia o la cifra que corresponde a su nombre. Para esto se
precisa sutileza. El que tenga inteligencia calcule la cifra de la Bestia,
porque es una cifra humana: 666» (Ap
13,17-18).
¿Qué significa el 666?
Una breve búsqueda en Internet
revela innumerables teorías conspirativas, más o menos disparatadas, sobre el
significado de este número, desde un tatuaje obligatorio en un futuro próximo
hasta la implantación de un chip en el cuerpo de las personas. La imaginación
no tiene límites. Pero, ¿qué significa realmente este número?
Para entenderlo, es
imprescindible contar con algunas claves interpretativas y comprender algunos
aspectos históricos y teológicos para que el lector no se pierda en
interpretaciones disparatadas. En este contexto, es necesario tener en cuenta
la grave persecución que sufrían los cristianos en la época del exilio de Juan.
Durante este periodo, el emperador Nerón, en el colmo de su irracionalidad,
convirtió literalmente a los cristianos en alimento para leones y otras fieras
o utilizó a los mártires como combustible para antorchas y hogueras.
¿Cómo lo interpreta la Gematría?
Otro aspecto necesario para
comprender este simbolismo es el hecho de que San Juan era hebreo, y una
práctica común entre este pueblo era la llamada Gematría, que consiste en
asignar un número a cada letra del alfabeto. (por ejemplo: a= 1, b= 2, c= 3 etc.),
y una palabra podía representarse por la suma de los números correspondientes a
las letras que componen la palabra respectiva («Quien tenga inteligencia, que
calcule el número»).
Entonces, ¿qué representa este
número? ¿Qué es esta bestia que representa el número 666? ¿Por qué los que no
tienen esta marca en la mano no pueden participar en el comercio («nadie podía
comprar ni vender si no estaba marcado con el nombre de la Bestia o con el
número de su nombre». Ap 13,17).
Esto es lo que responde la
Gematría: si evaluamos el nombre del emperador César Nerón, en griego Neron
Caesar, y lo transliteramos al hebreo (lengua materna de San Juan) obtenemos
las letras hebreas: Nun, Resh, Vav, Nun, Kuf, Samech, Resh,; cuyos números
correspondientes son: 200+ 6+ 50+ 100+ 60+ 200, que suman 666. En otras
palabras, calculando el número, llegamos al nombre del emperador Nerón, la
Bestia que persiguió a los cristianos.
Igor
Precinoti
Fuente: Aleteia