3 – Noviembre. Viernes de la XXX semana del Tiempo Ordinario
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Evangelio según san Lucas 14, 1-6
Un sábado, entró él en casa de uno de los principales fariseos para comer y ellos lo estaban espiando.
Había allí, delante de él, un hombre enfermo de hidropesía, y tomando la palabra, dijo a los maestros de la ley y a los fariseos: «¿Es lícito curar los sábados, o no?».
Ellos se quedaron callados.
Jesús, tocando al enfermo, lo curó y lo despidió.
Y a ellos les dijo: «¿A quién de vosotros se le cae al
pozo el asno o el buey y no lo saca enseguida en día de sábado?». Y no
pudieron replicar a esto.
Comentario
El Señor convive con todo tipo de
personas. Acepta la invitación al banquete que Zaqueo organizó justo después de
su conversión. También se reúne con un grupo más estrecho de amigos, como
Marta, María y Lázaro en Betania. Y no deja de aceptar, incluso, las
invitaciones a la casa de fariseos, como vemos en el Evangelio del día de hoy.
Jesús se encuentra ante un
enfermo y los fariseos observan la escena. Para los fariseos, el enfermo es
solo una ocasión para poner a prueba a Jesús: ¿lo curará en día de sábado?
¿cómo resolverá este problema? No parece que les importe mucho el estado de aquel
pobre hombre. Jesús, sin embargo, no entra en esa lógica de sus adversarios. Él
no ve en ese enfermo una excusa para tener una discusión sobre la ley. Ve,
sobre todo, a una persona que necesita su ayuda: «¿Quién de vosotros, si se le
cae al pozo un hijo o un buey, no lo saca enseguida un día de sábado?» (v. 5)
Con esta pregunta, Jesús sugiere que los fariseos tienen que cambiar de
perspectiva: el enfermo no es un caso para hacer una disquisición teórica, sino
alguien ante quien no se puede permanecer indiferente.
En la acción de Cristo vemos cómo
la caridad nos dirige hacia la persona concreta. Nos da esa mirada sencilla,
que no se deja atrapar por prejuicios o ideologías que con frecuencia oscurecen
las necesidades reales de los demás. La caridad nos hace conectar con las
personas y entrar en su mundo interior. Una vez realizada esa conexión, es
mucho más fácil y natural encontrar solución a las situaciones problemáticas
que puedan atravesar. Por eso, san Josemaría decía: «Más que en
"dar", la caridad está en "comprender"» (Camino, 463).
Rodolfo Valdés
Fuente: Opus Dei






