"Es
una embajadora de lujo, encarna unos buenos valores y es un
referente para los jóvenes", señaló Saavedra, quien valoró que Marín
pregone "sin complejos el ser rociera"

El pasado 28 de agosto recibieron en Huelva a Carolina Marín una multitud de entusiastas paisanos. Y le cantaron la Salve Rociera, porque la gente sabe que es devota de la Virgen del Rocío.
"Es para
estar superorgullosa de que toda Huelva haya venido aquí a recibirme. La verdad
es que me he emocionado, ha sido la sorpresa más grande que he podido
recibir. Que toda Huelva me haya cantado la Salve Rociera es algo que
me ha tocado la fibra y me he puesto a llorar", aseguró la
deportista.
La medallita de la Virgen
La medallita de la Virgen
Ella dice que
junto a su preparación física y mental, influye en sus éxitos su fe rociera."Siempre
he llevado y seguiré llevando conmigo a la Virgen del Rocío", asegura.
Se refiere a su medallita de la Virgen. La mencionaba a menudo durante las competiciones:
cuando le hablaban de si conseguiría medalla, respondía que la única que tenía
era la de la Virgen.
En el Santuario
del Rocío
De vuelta a
Huelva, ha acudido al Santuario del Rocío a dar gracias a la Madre de
Dios. Le recibió la Hermandad Matriz de Almonte, representada por su
presidente, Juan Ignacio Reales. La joven deportista andaluza, a los pies de la
Señora, ofrendó su medalla, en acción de gracias por todo lo conseguido. "Promesa
cumplida, visita a la Virgen del Rocío y medalla pasada por su manto",
escribió en sus cuentas de redes sociales.
Fue acompañada por sus padres, Gonzalo y Toñi, y tanto ellos como los miembros de la hermandad se mostraron "emocionados" por vivir este momento con la Virgen. Rezaron en el altar ante la 'blanca paloma', tras la reja, y después subieron al camarín para que Carolina pasara la medalla de oro por el manto. Es algo que ya había hecho cuando fue campeona del mundo.
Gonzalo Marín,
padre de Carolina, confesó que vino en solitario días antes del inicio de los
Juegos Olímpicos para rezar ante la Virgen del Rocío por su hija.
Embajadora de una devoción
Embajadora de una devoción
José Miguel
Saavedra, miembro del equipo de prensa de la hermandad, ha declarado que están
"muy contentos" de que Carolina Marín haya vuelto al santuario y que
se sienten "orgullosos" de que una deportista como ella
"lleve el nombre del Rocío a todos sitios".
"Es una
embajadora de lujo, encarna unos buenos valores y es un referente para
los jóvenes", señaló Saavedra, quien valoró que Marín pregone "sin
complejos el ser rociera". "Ella está muy orgullosa de su
Virgen y su tierra y para nosotros será siempre un placer
recibirla", añadió.
(Publicado originariamente en el portal de noticias marianas www.carifilii.es)