En Chieti (Italia), pasos
importantes hacia la unidad tras una división milenaria
La Iglesia católica y la
Iglesia ortodoxa rusa luego de una división milenaria comienzan a dar pasos
importantes en un tema duro. Parece que atrás queda la inmovilidad que está
detrás de la máxima irónica de «dejar a los teólogos en una isla» para resolver
temas dogmáticos, mientras el Papa se abraza con Bartolomé I y firma una declaración
conjunta con el patriarca Kirill de Moscú.
A través de un comunicado
de la parte rusa, la Comisión mixta internacional para el diálogo teológico
entre la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa reunida en Chieti Italia hasta
este jueves 22 de septiembre, informó de un acuerdo para la aceptación del documento Hacia
una comprensión común de la sinodalidad y del primado al servicio de la unidad
de la Iglesia.
Precisamente, la novedad
está en el pacto alcanzado casi a la unanimidad. De esta manera, se llega a un
acuerdo sobre la definición compartida del principio del primado.
En los primeros siglos,
entre altos y bajos, el obispo de Roma era reconocido por la Iglesia de Oriente
y Occidente como primus, debido a que era el titular de la primera sede, o sea
la Iglesia de Roma.
El documento es un paso
adelante aunque no vinculante, pero en esta ocasión la Iglesia ortodoxa rusa no
se ha levantado de la mesa del diálogo como había ocurrido en la sesión de
Rávena, Italia, en 2007. Los observadores consideraban «crítico» el momento
además por los precedentes de incomunicación dentro de la ortodoxia.
Uniatismo, piedra en el
zapato del diálogo
Luego de la conclusión de
la XIV Sesión plenaria, el departamento sinodal para las relaciones
eclesiásticas externas del patriarcado de Moscú ha dado la noticia, pero
también advierte que aún existe un problema con el tema de las secuelas del
uniatismo, es decir, el tema de los católicos griegos ucranianos con rito
oriental que son fieles al Papa.
La Iglesia rusa puntualizó:
«será difícil seguir adelante con el diálogo si no se resuelve la cuestión de
las consecuencias eclesiológicas y canónicas del uniatismo».
El documento es producto de
un documento borrador que tuvo dos procesos de realización anteriores: la
Sesión realizada en Amán en el año 2014 y la reunión del Comité en Roma en
2015. En Chieti se trabajó con ese borrador. Según Moscú, el Comité, que
incluye la presentación de 14 Iglesia ortodoxas y autocéfalas, ha llegado a un
acuerdo en el tema del primado y la sinodalidad.
Sólo la Iglesia georgiana
manifestó su desacuerdo con algunos párrafos específicos, esto se reflejará en
algunas notas del documento.
Sin embargo, se trata de un
paso adelante en el diálogo entre las Iglesias de oriente y occidente. A pesar
de la posición de la Iglesia de Georgia, la Iglesia ortodoxa rusa adoptó el
documento final.
El patriarcado de Moscú
espera que en la próxima Sesión plenaria, que se realizará en 2017, se resuelva
el uniatismo.
El metropolita Hilarión,
jefe de la delegación ortodoxa rusa, sostuvo que no aceptaba la posición de la
Iglesia católica griega de Ucrania y la tachó de «inaceptable» desde la
perspectiva de la «ética cristiana».
El también ministro de
Relaciones Exteriores alzó la voz contra el arzobispo mayor de Kiev, Sviatoslav
Shevchuk, por sus declaraciones anti-rusas. Hilarión sostiene que Shevchuk está
soplando sobre el fuego de la desconfianza que aleja a católicos y ortodoxos y
es obstáculo del diálogo presente y futuro.
La Comisión mixta ha sido
presidida por el cardenal Kurt Koch, presidente del consejo pontificio para la
promoción de la unidad de los cristianos, y por el arzobispo de Telmessos Iob
(Getcha), del patriarcado ecuménico.
Ahora, hay que esperar la
publicación del documento completo por parte de ambas partes.
Ary Waldir Ramos Díaz
Fuente: Aleteia.org






